Cada vez queda menos para el esperado encendido de la televisión de À Punt. Si la radio y la página web se empezaron a llenar de contenido el pasado mes de diciembre, se prevé que la televisión lo haga esta primavera, a muy tardar antes de que empiece la temporada veraniega. Pero para que esto suceda, la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), la nueva RTVV, y su directora general, Empar Marco, están trabajando contrarreloj en muchos frentes.
Por un lado, la elección del personal ya se ha producido, a través de unas bolsas de trabajo temporal muy controvertidas. Debido a los baremos de estas, la mayoría de los nuevos empleados son extrabajadores de la extinta RTVV, y solo a los puestos de trabajo nuevos han accedido profesionales nuevos. Concretamente, tan solo el 8% del total. Por eso, la Unió de Periodistes interpuso un recurso contra las bolsas al considerar que no se utilizaron criterios equitativos, a pesar de que la ley de creación de À Punt así lo preveía. Aún así, la Unió finalmente no pedirá la suspensión cautelar porque podría poner en peligro el centenar de contratos que ya hay suscritos y porque retrasaría, aún más, la puesta en marcha de la televisión.
Otro punto fundamental es el estado de los repetidores que tienen que hacer llegar la señal hasta todos los rincones de la geografía valenciana. Según la CVMC, todavía no se encuentran en un estado óptimo, pero cargan la responsabilidad a la empresa EIGE, propiedad de la Generalitat Valenciana, ya que es esta la encargada del mantenimiento de dichos repetidores.
También se avanza en otras líneas. Los contenidos contratados a empresas externas ya se están rodando. Mientras que en algunos casos los rodajes ya están avanzados; en otros, éstos están a punto de empezar, según anunció Empar Marco el pasado viernes en la reunión con el Consell Rector. Además, À Punt ya tiene su Consell de la Ciutadania, que se encargará de velar por los derechos de la audiencia y cuyos miembros se empezaron a elegir el viernes.