Cullera consolida la apuesta por la reactivación de la obra pública

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El Ayuntamiento de Cullera ha cerrado el primer año de la nueva legislatura con una inversión de 2,5 millones de euros en proyectos de obras públicas. En palabras del concejal de Urbanismo, Bernat Escolá, los últimos cinco años y especialmente el último año con una intensificación de los trabajos «le hemos lavado la cara en Cullera, hemos llegado al máximo de rincones con el presupuesto del cual disponemos y seguiremos en esta línea de dignificar cada infraestructura que ha estado años abandonada por falta de interés político».

El consistorio avanza así hacia una transformación total del modelo urbanístico de la localidad para proyectar una imagen de la ciudad más amable con el entorno y las personas.

Es por eso que el equipo de gobierno ha dado continuidad con mayor fuerza a su compromiso de regeneración urbana digna del siglo XXI, de aparcar la especulación urbanística, de devolverle espacios a la ciudadanía, de eliminar barreras arquitectónicas y de apostar por la movilidad sostenible. En esta línea, el responsable de la política urbanística de Cullera ha destacado que «las ciudades son espacios de vida y tenemos que escucharlas» y «todo lo que se hace es para mejorar la vida de las personas».

Unas intervenciones que, como ha explicado Escolá, han estado para dignificar el patrimonio, los barrios, las instalaciones deportivas, espacios culturales, los puentes, los parques infantiles, las escuelas, pero también ejemplificadas con pequeñas obras pero no menos importantes como mejorar y abaratar la iluminación de muchos rincones del municipio o reparar decenas de calles de las zonas de la ciudad que presentaban deficiencias, entre otras.

Entre las grandes actuaciones se encuentran las rehabilitaciones integrales del Pont de Ferro y el Pont de Pedra, la accesibilidad a las pinturas rupestres del Abric Lambert, la remodelación de las gradas, la pista y el alumbrado del pabellón cubierto, la transformación en sala polivalente del Centro Cultural del Raval o la reforma de la Escuela de Adultos de Cullera (EPA). Todas ellas han estado durante años al frente de las reivindicaciones vecinales.

El edil Escolá ha manifestado que este es el principio de una legislatura para poner a Cullera en el lugar donde se merece: en la vanguardia urbanística y del uso sostenible de sus espacios. «En un año hemos dicho adiós al abandono y hemos empezado a cohesionar la ciudad», asegura.

Además, el consistorio está ahora inmerso en tres proyectos importantes para Cullera como la segundo fase de la Piscina Municipal, la creación de la Oficina de Atención Ciudadana en el bajo de la Casa Consistorial o el parking gratuito de la zona del Prado que dará 300 nuevas plazas de aparcamiento a dos minutos del centro de la ciudad.

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