Cullera ha abierto esta mañana sus playas, después de entrar en la fase 2 de desescalada que lo permite, con el objetivo de hacer de sus arenales un espacio seguro para los usuarios y bañistas. Para ello, el Ayuntamiento ha empezado a aplicar las medidas de seguridad que garantizarán la máxima protección en sus playas.
Precisamente, el consistorio ha aprobado esta misma mañana en junta de gobierno el plan de contingencia que garantizará la protección de los bañistas y de las zonas comunes y que hace una llamada a la responsabilidad y prudencia de los usuarios.
El alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, ha asegurado que la costa de Cullera cuenta con más de 15 kilómetros y «nuestras playas no van a tener problemas de aforo».
Además, la máxima autoridad local ha recordado que «tenemos que ser responsables y extremar precauciones para ser un destino seguro y que la gente tenga claro que puede venir a la playa de Cullera de forma tranquila y asegurando que pueden poner su toalla en nuestra arena».
Primer día
En este primer día, las medidas de seguridad y la distancia social se están cumpliendo tal como se había planificado. Una primera jornada donde el índice de afluencia ha sido moderado-bajo.Para este correcto cumplimiento, el consistorio ha empezado a habilitar las pasarelas con puntos de entrada y salida señalizados con flechas, se están desinfectando las calles y zonas que dan paso al paseo marítimo así como las infraestructuras durante al menos 4 veces en el día y el servicio de socorrismo también se ha puesto en marcha.
Por otro lado, se está ultimando la aplicación propia que controlará el aforo por medio de drones. Unas medidas en las que el consistorio recuerda que tiene que haber 4 metros de separación entre sombrillas y que se tienen que retirar 6 metros para adentro para facilitar que la zona de paseo por la orilla sea más ancha.