La renovación del Museo Fallero de Cullera ya es una realidad. El Ayuntamiento ha abierto este espacio, situado en la Casa de la Enseñanza, después de una reforma que lo adapta a las nuevas tecnologías, a las tendencias expositivas y a los lenguajes museísticos actuales.
Su reapertura ha tenido lugar esta tarde en presencia del alcalde de Cullera, Jordi Mayor; la concejala de Patrimonio, Amparo Jover, y el concejal de Fallas, Javier Cerveró. Al acto también ha asistido la Fallera Mayor de València 2019, la cullerense Marina Civera y representantes de las 15 comisiones falleras de la ciudad y de la Junta Local Fallera con su presidente, José Luis Renart, al frente.
La actuación, tal como han explicado las autoridades locales, permite modernizar el museo combinando la artesanía, la tradición y la tecnología con el objetivo de acercar la divulgación fallera a sus visitantes.
Concretamente, la adaptación ha contemplado la instalación de un photocall interactivo; un video mapping que se proyecta sobre un ninot en blanco y desde el cual los visitantes pueden ver como se construye un ninot; una pantalla táctil con una base de datos para consultar los monumentos plantados a lo largo de los años por las distintas comisiones falleras, sus ninots indultados, falleras mayores, presidentes, etc. Además, un audiovisual recrea al detalle como se viste una mujer y un hombre con su indumentaria correspondiente y también cuenta con una reproducción sonora de una mascletà a modo de experiencia inmersiva.
Esta rehabilitación forma parte del compromiso del consistorio para conservar y recuperar sus museos y poner en valor su rico patrimonio histórico, artístico y etnológico. En esta línea, Cullera posee una larga tradición fallera y por eso su Museo Fallero cuenta con un destacado material expositivo que «ahora, con esta intervención, se encuentra a la vanguardia y se convierte en el mejor museo de la Xarxa Valenciana de Museus Fallers», ha declarado el alcalde.
Cabe señalar que el Museo Fallero se volvió a abrir al público en 2015 después de unos años donde su material estuvo guardado en unos almacenes municipales y necesitaba, tal como ha defendido Mayor, «una actuación a la altura de la mejor fiesta del mundo».