A pesar de que está en funcionamiento desde principios de este año 2020, la pandemia de coronavirus ha impedido hasta hoy, miércoles 28 de octubre, que el Puesto Principal de la Guardia Civil de Almussafes inaugurara de manera oficial su oficina VioGén, el servicio que coordina las cuestiones relacionadas con los casos de violencia machista detectados en las localidades de Almussafes, Benifaió y Sollana.
El acto, que se ha iniciado a las 13 horas, ha contado con la presencia de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, el alcalde de Almussafes, Toni González, el general jefe de la Zona de Valencia, José Hermida, el comandante jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Sueca, Santiago García, y el capitán jefe del acuartelamiento, Javier Muñoz. También han estado entre los invitados la primera teniente de alcalde, Davinia Calatayud, el inspector jefe de la Policía Local, Ernesto Serrano, la coordinadora de las unidades de violencia de género de la Comunitat Valenciana, Carla Mercé, y el grupo de agentes de la Guardia Civil especializados en esta materia. Todos ellos han recorrido durante la convocatoria las instalaciones que se han habilitado en el recinto para atender de manera integral, efectiva y confidencial todas las cuestiones relacionadas con la atención a las víctimas de esta lacra.
Tal y como explica Javier Muñoz, la Guardia Civil ha construido estas dependencias y ha puesto en marcha este servicio con un doble objetivo. "Por un lado, se busca facilitar la atención a las mujeres que acuden a sede policial a denunciar, preservando al máximo su intimidad y, por otro, facilitar la labor de los agentes que se dedican al seguimiento y vigilancia de esas mujeres que tienen una orden de alejamiento en vigor", detalla el responsable del cuartel ubicado en el municipio.
"Se trata de un servicio más que dota de mayor calidad el excelente trabajo que ya venía desarrollándose en el Puesto principal de Almussafes por parte de los agentes especialistas y que ahora se está viendo enriquecida con una mayor protección a las víctimas de violencia de género", destaca el primer edil de la población.
Un "entorno amable"
La delegada del Gobierno, por su parte, ha hecho hincapié en que las estadísticas indican que "una mujer tarda entre 7 y 8 años en ir a poner la denuncia" lo que, a su juicio, debe "darnos pie a pensar que algo tenemos que mejorar para que la mujer se sienta segura". En este sentido, destaca la importancia de contar con un "entorno amable" para la víctima y con policías o guardias civiles "preparados para saber cómo la tienen que atender". "Necesita un entorno que la cobije, que la ayude y tiene que saber que las instituciones la vamos a cobijar y la vamos a ayudar", añade sobre la iniciativa.Calero considera que la violencia de género es "la lacra más denigrante que tenemos como sociedad", "un problema que tiene múltiples aristas" porque "la sociedad cada vez es más compleja". Y a pesar de que está convencida de que hay que "doblar los esfuerzos para que estas mujeres tengan la libertad para poder denunciar lo que les está pasando", ha puesto en valor lo conseguido hasta ahora. "La sociedad denuncia, se manifiesta y aparta al maltratador", ha declarado. "Hace cuatro días esto era una cosa interna de la familia. Hemos dado un salto muy cualitativo. Ya no hay quien tenga un acto de violencia y no denuncie. Se están dando pasos. Se está formando a todos los agentes públicos para que realicen una búsqueda activa de violencia de género", ha destacado.
Finalmente, el comandante jefe de la Zona de Valencia, José Hermida, ha detallado el procedimiento que se sigue en estas oficinas para determinar el peligro al que se enfrenta cada víctima, en función de la información recabada sobre los hechos ocurridos y sobre su entorno. De esta forma, se establecen tres niveles de riesgo -bajo, medio o alto-, de los que se deriva el tipo de protección policial que se ofrecerá.