El Levante UD sacó ayer tres puntos de oro para mantenerse en lo alto de la clasificación y sumar así la décima victoria en el Ciudad de Valencia. El Nástic no fue un invitado de piedra a la fiesta granota. El conjunto catalán sabía que se jugaba la vida ante el líder y con ganas de dar la sorpresa saltó al césped. Los de Muñiz estuvieron contra las cuerdas los noventa minutos de un encuentro que logró dominar en el marcador ya en la segunda parte, con dos goles nacidos de las botas de Roger y Morales (minuto 58 y 66) y, que pese al tanto de Juan Delgado que recortaba distancias para el conjunto catalán (2-1, minuto 72), que le hizo aguantar la respiración en más de una ocasión. Al final, los de Merino se iban con las manos vacías pese al control y el dominio al que sometió al líder.
Respeto pedía Muñiz en la previa del partido y parece que los jugadores granotas salieron al césped del Ciudad de Valencia con demasiado respeto al colista. El inicio de la primera parte fue, en cierta forma, de dominio local pues las primeras ocasiones corrían a cargo de los de Juan Carlos Muñiz. Jason, Toño y Lerma eran los que más juego creaban, llegando al área visitante con cierto peligro. Sin embargo, poco a poco el Nástic fue despertando y cogiéndole el pulso al partido. El encuentro se fue igualando en cuestión de ocasiones incluso se cargaba de faltas lo que provocaba un partido poco vistoso.
El Nàstic tenía en los pies de Emaná sus mejores opciones y en Suzuki su mejor defensor. Entre las mejores, y casi únicas, ocasiones granotas salieron de las botas de Jason, minuto 13, que lo intentaba por la izquierda aunque en mala posición, Lerma que lo hacía en el minuto 28 desde fuera del área que se va por encima del larguero y ya en el último minuto antes del descanso Roger remate con la derecha desde el centro del área. Al descanso el Nàstic se iba al vestuario con las opciones y las esperanzas totalmente vivas pues había hecho un partido de tú a tú a un líder que no supo como desbordar al colista.
El inicio de la segunda parte fue de claro color blanco, pues el Nàstic volvió a salir con el cuchillo entre los dientes y de ellos fueron las ocasiones. El Ciudad de Valencia casi enmudece con el remate de Emaná que Raúl Fernández paraba bajo palos. Minutos después se cantaba el ¡uy! cuando Roger casi llega a empujar el centro de Toño. Ese sería el ensaño pues en el minuto 58, con los mismos protagonistas, Roger se encargaba de hacer subir el 1-0 en el marcador al rematar con la derecha desde el centro del área la asistencia de Toño. El Levante UD y su afición respiró y cogió fuerzas para hacerse con el control del partido. Y así fue pues tan sólo seis minutos después, en el 66, Morales marcaba su primer gol y ponía el 2-0 en el marcador tras rematar con la izquierda desde el centro del área la asistencia de Natxo Insa.
El Nàstic en lugar de venirse abajo cogió fuerzas, se recompuso y logró recortar distancias en el minuto 72 con el remate de Juan Delgado que ponía el 2-1 en el luminoso. El conjunto granota se quedaba helado y el Ciudad de Valencia enmudecía. Los de Juan Merino creían en la remontada y el Levante estaba condenado a sufrir hasta el final para arañar unos tres puntos de oro pues sus rivales directos habían conquistado la victoria. El Nàstic se vino arriba en los últimos minutos, el Ciudad de Valencia pedía intensidad a su equipo para poder certificar la décima victoria en casa.