12.000 metros cuadrados de espacio público es lo que valencianos y valencianas iban a recuperar con la peatonalización permanente de la plaza del Ayuntamiento, que estaba prevista que comenzara hoy, 20 de marzo, mediante una actuación blanda a base de jardineras, báculos y pilones. Sin embargo, la actual crisis sanitaria que ha golpeado el país a causa del coronavirus, ha hecho que se paralicen, temporalmente, los procesos de peatonalización de la ciudad de València.
Todavía se desconoce la fecha en que se retomarán estos proyectos. Y es que como explicaba el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi, "la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento se aplazará hasta que la situación sanitaria permita priorizar cuestiones como esta".
La peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, además, comportaba el cierre al tráfico de las calles de acceso, como la calle de la Sangre o parte de Correos. Y es que solo se tiene previsto mantener el tráfico habitual por la calle Roger de Lauria hacia Marqués de Sotelo y Periodista Azzatti. Unas restricciones que aumentan hasta 21.000 metros cuadrados el espacio público que ganará la ciudadanía cuando se ejecute este proceso de peatonalización.
Sin embargo, no será el único proyecto que se aplaza por la crisi del Covid-19. De esta manera, la decisión de aplazar estas iniciativas afectará también a la modificación de la red de la EMT, así como las actuaciones previstas para la calle Colón. Estaba previsto que, a partir del 23 de marzo, entrara en funcionamiento la nueva red de la EMT. Un cambio importante que, entre otras medidas, contemplaba la creación de la línea C1 – la única que se movería por dentro de la plaza del Ayuntamiento –, así como el desvío de gran parte de las líneas por la calle Colón, que iba a destinar dos de sus carriles para el paso de autobuses.
Además, junto con la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento también se procedía a cerrar al tráfico rodado la plaza de la Reina, pendiente de una remodelación que pasará a convertir la actual rotonda en un amplio espacio peatonal de más de 10.000 metros cuadrados, que se unirá a la reurbanización de la plaza de Brujas, también pendiente de ejecutarse.
En definitiva, un nuevo centro histórico de la ciudad, más amable y sostenible, que, por el momento, tendrá que esperar un poco más para comenzar a convertirse en una realidad.