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La ciudad de València se prepara para seguir aumentando sus índices de reciclaje. La incorporación del contenedor marrón, sin duda, ha tenido una gran aceptación por parte de la ciudadanía hasta el punto de rozar, el pasado mes de julio, el millón de kilos mensuales de recogida selectiva de residuos orgánicos, que supone una media superior al 10% de los residuos totales de la ciudad.
Ahora, con el concejal de Ecología Urbana y vicealcalde, Sergi Campillo, al frente es momento de ampliar este sistema de reciclaje. De esta manera, una de las medidas que se pondrán en marcha, el año que viene, será la extensión del contenedor marrón a toda la ciudad de València, tal y como marca el Plan Integral de Residuos de la Generalitat Valenciana.
Una medida que, además, irá acompañada de la incorporación, en todos los contenedores, de información útil para ayudar en su correcto uso y evitar, así, los residuos impropios que todavía detectan los servicios de recogida de basura. “Iremos avanzando de la mano para mejorar la limpieza urbana de nuestra ciudad y para aumentar los índices de reciclaje para que València esté en la vanguardia en estas materias”, ha apuntado Campillo.
Pero, ¿Qué se debe tirar en los contenedores marrones? Para aquellos que todavía no lo tienen muy claro, los residuos que se pueden tirar son restos de frutas y verduras; restos de carne y pescado; restos de plantas; tapones de corcho; papel de cocina sucio; bolsas de infusiones o restos de café, que no sean cápsulas de plástico; restos de comida; y cáscaras de huevo. El resto de residuos, que no sean papel y cartón, vidrio, envases, aceite, ropa o menaje de cocina, se deberán tirar en los contenedores grises.
Por el momento, el barrio de San Marcelino continúa liderando la recogida selectiva de residuos orgánicos. Y es que, en el mes de julio, consiguió llegar al 15% del total de los residuos generados. Aun así, es cierto que, cada vez más, la ciudadanía es más consciente de la importancia de reciclar. Tanto es así que, durante los primeros seis meses de la llegada del contenedor marrón, y teniendo en cuenta que solo está implantado en la mitad de la ciudad, se estima que la reducción de emisiones de dióxido de carbono se situará cerca de las 1.500 toneladas este año.
Campillo, además, trabaja en una nueva Ordenanza de Limpieza en la que, entre los puntos más destacados, se encontrará la obligación para los propietarios de los perros de hacerse cargo, al igual que ya pasa con los excrementos, de lavar con agua la zona donde orinan los animales. Sin duda, una medida que, tras aprobarse, mejorará, notablemente, la limpieza de las calles de València.