La contaminación del aire en València y Alicante cayó hasta un 70% en la segunda quincena de marzo

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La contaminación del aire urbano en València y Alicante ha caído hasta un 70% durante la segunda quincena de marzo, en el estado de alarma en vigor, con concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) propias de estaciones rurales. Esta reducción ha ido de la mano de la disminución del tráfico en un 80%.

Así lo constata el informe de Ecologistas en Acción 'Efectos de la crisis de la Covid-19 sobre la calidad del aire urbano en España' elaborado a partir de mediciones oficiales en 24 ciudades del país, que concluye que la reducción drástica del tráfico se está traduciendo en una mejora sin precedentes de la calidad del aire en estas urbes, con una contaminación muy por debajo de los límites legales y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

La inestabilidad atmosférica de marzo ha contribuido a la mejoría y las medidas de restricción de la circulación derivadas del vigente estado de alarma han provocado entre los días 14 y 31 de marzo el desplome del dióxido de nitrógeno en las principales ciudades como consecuencia de la caída del tráfico motorizado, ha explicado la organización en un comunicado.

No obstante, lamenta que "esta reducción de la contaminación se ha producido en el marco de una situación extrema, en absoluto deseable, que está originando graves problemas a muchísimas personas", por lo que ha mostrado su solidaridad con las personas afectadas por la pandemia y sus consecuencias, así como con los servicios públicos esenciales que están enfrentando la emergencia sanitaria y social.

El informe analiza los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 125 estaciones de medición repartidas entre las 24 principales ciudades españolas durante el mes de marzo de 2020 y de los diez años anteriores. Presenta por lo tanto una foto fija de la calidad del aire urbano en el último mes, antes y después de la declaración del estado de alarma y las medidas de confinamiento.

Entre sus principales conclusiones, destaca que desde la declaración el 14 de marzo del estado de alarma se ha producido una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno en las principales ciudades españolas, un 55% menor a los niveles habituales en estas fechas durante la última década.

Además, la mejora de la calidad del aire está siendo general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación. Sí persiste una cierta diferencia entre la contaminación registrada, mayor en las estaciones orientadas al tráfico que en las de fondo urbano.

Los niveles de NO2 registrados durante el estado de alarma son los más bajos para la segunda quincena del mes de marzo de la última década en todas las ciudades analizadas. Territorialmente se aprecia una menor reducción de la contaminación en las ciudades de la cornisa cantábrica, debida quizás a factores meteorológicos no identificados.

En cambio, las ciudades del litoral mediterráneo son las que más han rebajado los niveles de NO2, hasta concentraciones en ocasiones propias de estaciones rurales de fondo. Especialmente remarcable es la bajada observada en València y Alicante, que han visto reducidos sus niveles de NO2 hasta el 70% y una reducción de tráfico del 80%.

"Después de ver esta disminución tan drástica de los niveles de NO2 por la reducción de la densidad de tráfico, es importante tener en cuenta que la mejor manera de mejorar la calidad del aire en el entorno urbano es aplicar políticas efectivas de reducción de tránsito rodado", han subrayado los ecologistas.

Según han explicado, dióxido de nitrógeno (NO2) es el contaminante típico emitido por los tubos de escape de los automóviles (además de por las calderas industriales y domésticas), por lo que su evolución está directamente ligada a las emisiones del tráfico motorizado, siendo esta su principal fuente en las ciudades y el principal factor que influye en la calidad del aire urbano.

"El NO2 provoca cada año en España alrededor de 7.000 muertes prematuras, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, por lo que su drástica reducción es una buena noticia, en el contexto de emergencia sanitaria actual", han agregado.

Por otra parte, y aunque no son objeto del informe, han informado también de que las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el ozono también han disminuido de forma notable en la segunda quincena de marzo y "la drástica reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), principal contaminante precursor del ozono, puede haber contribuido a esta circunstancia, junto al tiempo inestable y lluvioso".

"Esta dramática situación creada por el Covid-19 viene a corroborar algo en lo que viene insistiendo Ecologistas en Acción y toda la comunidad científica: que la reducción del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública", han incidido.

Por ello, consideran que "una vez se salga de esta dura crisis, del confinamiento y las limitaciones a la circulación de las personas, esta constatación debería marcar las políticas de movilidad urbana, implantando zonas de bajas emisiones ambiciosas, recuperando el transporte público y potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de transporte alternativos al vehículo privado".

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