Ayer por la tarde se cerró la playa de La Pobla de Farnals, mientras las de El Puig y Massamagrell estaban a la espera de los análisis para saber si podían abrir las aguas al baño o no. Hasta la fecha ya se han visto afectadas 10 playas valencianas distintas y el caso es el mismo: una concentración más elevada de lo recomendado de la bacteria. Tras días de incertidumbre, desde la Conselleria ya comienza a concretar las causas y, sobre todo, las soluciones.
Según ha explicado el Director General del Agua, Manuel Aldeguer, dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente de Mireia Mollà, si ahora se cierran las playas es por la unión de casualidades junto a la "responsabilidad" de las administraciones, que hacen muchos muestreos exhaustivos. Gracias a ello, asegura, ahora podrán llevar a cabo un plan para localizar los "puntos negros" y avanzar hacia la solución del problema.
Según ha detallado Aldeguer, hay una normativa vigente respecto a la calidad del agua que les lleva a hacer "aproximadamente 4.000 análisis al año" entre las distintas playas de la Comunitat, habitualmente una por semana. Según ha relatado, los muestreos de la Generalitat se unen, cada vez más, con los de aquellos municipios que, "preocupados por sus playas", también hacen sus propios análisis. "Se hacen, entonces, muchas analíticas, que facilitan localizar cualquier problema, por pequeño que sea", relata.
Acequias y golas
EPEso es un ejemplo de por qué algunos de los cierres, como el la Devesa, se produjo por una alta presencia de la bacteria e coli pese a que pocas horas después ya había pasado la alarma.
Desde la Conselleria, principal responsable de analizar y solucionar el problema, se ha llevado a cabo una investigación para conocer el origen. Mar adentro no se ha encontrado nada, por lo que "no está relacionado con cruceros" u otro tipo de embarcaciones. También han eliminado la posibilidad de las plantas de tratamiento de aguas: "Hemos descartado las depuradoras. Fue lo primero que revisamos, porque podría ser muy grave dada la cantidad de materia fecal".
Finalmente, se ha estrechado el cerco a las distintas acequias y golas que desembocan en el mediterráneo. Aldeguer ha señalado que, tradicionalmente, muchas edificaciones utilizaban las acequias y azarbes -lugar donde van a parar las aguas que sobran tras los riegos- para uso común. Esto todavía ocurre en antiguas edificaciones que no están conectadas al alcantarillado, por lo que cuando se supera el límite del azarbe o la acequia llega a desembocar, llega la bacteria ecoli y enterococos al mar.
Rigurosos
"Ya estamos convocando una reunión con los ayuntamientos más importantes afectados, la Confederación y técnicos", ha asegurado el Director. Quieren elaborar, primero, un plan para evitar que esta materia fecal llegue al mar "en tiempo seco", pues con la lluvia es, asegura, "inevitable".La solución del problema pasa por colaborar con los ayuntamientos de aquellos municipios cercanos a las acequias, y así elaborar un plan "de instalación de redes de alcantarillado y conexiones a las redes de depuración".
Desde Conselleria han señalado que, si bien es habitual que se detecten altos niveles de esta bacteria tras una lluvia elevada -como la de esta semana, que ha provocado el cierre de las playas de Puçol y Massamagrell-, señalan que "aunque otras comunidades escogen no analizar al día siguiente de la lluvia", aquí "quieren ser rigurosos".