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La huerta valenciana se ha reducido considerablemente con el paso de los años, en parte, por el avance sin control de la construcción, que ha acabado con importantes hectáreas de este recurso natural que, además, forma parte de nuestra identidad. Sin embargo, en los últimos años, la ciudadanía y diferentes asociaciones han tomado conciencia en la necesidad de preservar la huerta. Una concienciación que también ha respaldado el Consell con la aprobación del nuevo Plan de Acción Territorial y Dinamización (PAT) de l’Horta de València.
Con este PAT, aprobado el pasado viernes en el pleno del Consell, se conseguirá preservar más de 11.000 hectáreas de suelos agrícolas, así como recuperar cerca de 250 hectáreas de huerta y un centenar de edificaciones tradicionales. Y es que además de trabajar en preservar y recuperar estos espacios, se garantizará la continuidad de los corredores ecológicos y la mejora de los servicios ambientales de la huerta para luchar contra las inundaciones, mitigar el cambio climático o promocionar los productos de proximidad.
Entre los objetivos del nuevo PAT de la huerta valenciana también se encuentra la necesidad de desarrollar acciones destinadas no solo a poner en valor el patrimonio cultural que representa la huerta, sino también a volver a dinamizar la actividad agrícola mediante acciones que mejoren la calidad de vida de los agriculturas, así como con la incorporación de nuevas actividades económicas, compatibles con la actividad agrícola al uso, que convierta la huerta en un recurso más productivo.
Y como ya se está haciendo en diferentes sectores de la sociedad, el Plan de Acción Territorial y Dinamización de la Huerta también está en clave femenina. De hecho, establece medidas para conseguir una presencia equilibrada de hombres y mujeres en las actividades económicas, visibilizando el trabajo de las mujeres que se dedican a la huerta, además de incorporarlas a la titularidad de las explotaciones.
Actuaciones integrales contra las amenazas que sufre la huerta valenciana
El envejecimiento de la población dedicada a la actividad agraria, la especulación urbanística, la contaminación de las aguas por vertidos urbanos, la falta de concienciación respecto a lo que representa la huerta valenciana, junto con la falta de viabilidad del modelo agrícola, entre otros factores, ha generado un deterioro de este patrimonio cultural que desde las instituciones tienen que poner soluciones para paliar las amenazas que sufre la huerta.El Consell, a través de la aprobación de este PAT, han dado un paso más. Así, se recogen diferentes actuaciones que pretenden atajar los problemas que afectan a la huerta. En este sentido, además de proteger más de 11.000 hectáreas de huerta, amenazadas por procesos urbanísticos, mediante la clasificación de suelo no urbanizable protegido, define espacios de crecimiento urbanístico futuro para los municipios – zonas rurales comunes- cuya suma de las superficies no podrá superar, en ningún caso, la de la huerta.
Otra de las acciones destacadas son las medidas de apoyo a los agricultores y agricultoras, que les permitirán complementar sus rentas, a través de actividades, como la restauración, el turismo rural o los puntos de venta directa, con el objetivo de paliar los escasos recursos económicos que, en ocasiones, deja el trabajo agrícola.
Por último, se pone especial hincapié en la recuperación del entorno natural y la preservación de la biodiversidad con la creación de conectores ecológicos y territoriales, que favorecerán el movimiento de las especies, o el mantenimiento de la vegetación arbórea existente y las buenas prácticas agrícolas que permitirán menores emisiones de CO2 o la recarga de los humedales.
En definitiva, una plan de actuación integral que protegerá la huerta valenciana, y que contribuirá a situarla en la posición privilegiada que le corresponde para que, como ha apuntado la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, "los campos ya no sean un solar a la espera de ser edificados".