Centenares de mujeres se concentraron el pasado jueves en la puerta de la discoteca Indiana, en la calle San Vicente Mártir, en la ciudad de València, para protestar en contra de la violación grupal que sufrió una joven el domingo por la mañana en el interior del local.
Han sido más de 300 mujeres las que se han concentrado a partir de las 23.59 en las puertas del local en señal de rechazo a los hechos ocurridos y en solidaridad con la víctima. Por parte de la discoteca, según han publicado en las redes sociales y en un cartel a la puerta, los propietarios han decidido cerrar este jueves el local "en solidaridad con la víctima y como repulsa a las agresiones sexuales".
Durante todo el día del jueves circuló la convocatoria por las redes sociales acompañada de un cartel donde se podía leer: "En rechazo de la violación ocurrida y silenciada a la discoteca" y "Si nos tocan a una, nos tocan a todas".
Agresión sexual el pasado domingo
El pasado domingo 29 de septiembre se hizo viral por Whatsapp un audio de una chica explicando que la noche anterior una joven había sufrido una agresión sexual en la discoteca valenciana Indiana. Según los hechos, la víctima iba dirección a los baños cuando unos jóvenes, dos chicos de 22 y 25 años, se acercaron y se la llevaron a la fuerza hasta la puerta de entrada de los baños.Los sospechosos arrinconaron a la joven contra una pared y la agredieron sexualmente, mientras la retenían en contra de su voluntad. Los policías acudieron rápidamente al lugar, donde encontraron a la joven muy nerviosa y llorando. A continuación, detuvieron a los dos jóvenes como presuntos autores del delito de agresión.
Responsabilidad de la discoteca
Según la víctima y sus amigas, ningún trabajador de la discoteca la ayudó a pesar de haber presenciado el acto y de los gritos notables que la joven emitía, y que ahora los propietarios de la discoteca están tratando de invisibilizar los hechos.Desde la gerencia de la discoteca, se quitan responsabilidad alegando que ninguno de los trabajadores, ni personal de seguridad ni limpiadoras, observó nada extraño y que, en caso contrario, hubieran intervenido. Según el comunicado emitido por la compañía, "Los trabajadores no presenciaron tales hechos y, por lo tanto, no omitieron el deber de auxilio al cual se alude".
Al comunicado se afirma también: "Condenamos cualquier clase de violencia o conducta contra la libertad sexual y mostramos nuestro firme compromiso para evitar este tipo de conductas en el local".