La Comunitat mejora sus resultados económicos pese a la "necesidad" de endeudarse por la infrafinanciación

Des de la Generalitat calculen que els haurien d’arribar uns 1.000 milions d’euros més per a rebre un finançament “just” i no estar a la cua de l’Estat

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Las cuentas de la Comunitat no lo tienen fácil para sanearse. El régimen común de financiación, que reparte los millones de euros recaudados en todo el país, no los reparte equitativamente; no hay ningún parecido respecto a la inversión por habitante entre comunidades. En los últimos presupuestos -de momento siguen prorrogados estos, del PP de Mariano Rajoy-, el territorio valenciano recibía una inversión de 150 euros por habitante; la más baja de todo el estado. Pese a ello, que obliga a la Generalitat a endeudarse para subsistir, las cuentas han mejorado.

Según detalló el Conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Solar, al presentar las Cuentas Generales de 2018, la Comunitat cerró el ejercicio con 840 millones de euros en negativo. Un resultado 'economicopatrimonial' que, pese a estar en negativo, valora positivo: "Hemos reducido a la mitad del déficit anual. Y atención, esto es lo fuerte... Imaginen si esos mil millones de euros nos llegaran como tocara", aseveró.

Esa es la cifra aproximada que, desde la Generalitat, calculan que deberían haber llegado junto a la suma fijada en los anteriores presupuestos. Al entrar en el gobierno en 2015, el primer ejecutivo del Botànic se encontró un resultado negativo de 4.543 millones de euros. Pese a la "necesidad de reclamar el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)", ese resultado negativo pasó a 2.636 millones en 2016 -un 42% menos-, 1.368 en 2017 y, ahora, 840 millones. Se ha descendido de lo que es, bromean, la 'barrera' de los mil millones.

Aunque con positivismo, el Conseller aprovechó la ocasión para reclamar una financiación justa, "sea quien sea que gobierne": "Cuando la Comunitat disponga de un nuevo sistema de financiación que nos otorgue los recursos suficientes y garantice la sostenibilidad financiera, se podrán mejorar los resultados aún más".

Doble repercusión

El FLA es una línea de crédito estatal. Fue creada en el 2012, en plena crisis, para poder financias a las comunidades autónomas; una forma 'temporal' de ayudarlas con sus deudas para que no entraran en bancarrota. Sin embargo en la Comunitat Valenciana, una comunidad que, en niveles de renta, es pobre, aporta dinero como una 'rica' pero recibe también como si lo fuera. El resultado es una infrafinanciación crónica que obliga a pedir dinero 'extra' al Estado. Un dinero que no es gratis; hay que devolverlo con unos intereses que pagan todos los valencianos.

Así, la infrafinanciación que resulta en menos recursos para los servicios valencianos, obligan a pedir unas sumas de dinero que, después, vuelven a repercutir en estos. Sin embargo, la Comunitat, que según Soler "ha demostrado que la izquierda gestiona mejor que la derecha", ha conseguido disminuir su deuda.

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