El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha reconocido que la evolución de la pandemia se encuentra en un "momento delicado" y ha instado a esperar unos diez días para comprobar el impacto que tienen las restricciones aplicadas, como el toque de queda en algunos municipios. El jefe del Consell asegura que no se llegará al mes de agosto en una situación de "plena normalidad, pero vamos a estar en la mayor normalidad posible", ha confiado.Así lo ha aseverado Puig a preguntas de los medios tras la sesión inaugural del Congreso Nacional de directores financieros organizado por APD.El dirigente autonómico ha comentado que, actualmente, la presión hospitalaria en la Comunitat "aún es gestionable y va aumentando y disminuyendo en función también de que la gravedad no es alta en estos momentos y la letalidad ha bajado de una manera considerable, lo que hace que el efecto más importante de la pandemia es mejor que hace unos meses".En este sentido, ha señalado que "lo primero que hay que hacer es observar cómo se va desarrollando el proceso con las medidas que se han tomado". Las medidas, ha apuntado, "tienen un desarrollo como mínimo de unos 10 días". "Hay que esperar e ir analizando permanentemente los datos para tomar las decisiones si hay que tomarlas. Se trata de realizar una operación lo más quirúrgica posible y no intentar tampoco generalizar cuando no es generalizable", ha explicado.
ÍNDICE DE REPRODUCCIÓN "ESTABILIZADO"
Preguntado por si se descartan nuevas medidas si los datos de la Covid siguen empeorando, Puig ha incidido en que "estamos en el inicio del período de los 15 días para evaluar la situación y no podemos especular sobre qué va pasar". "De momento, observamos que hay una tendencia en los contagios negativa porque continúan avanzando, pero el índice de reproducción está estabilizado. Es muy pronto para evaluar, durante esta semana veremos el comportamiento y de aquí a unos cuantos días, unos diez, volveremos a decidir", ha apostillado.Lo que para Puig sí es "generalizable" es que "la pandemia está presente y hay que ser extraordinariamente prudente". Al respecto, ha constatado que en las primeras jornadas con el nuevo toque de queda "el comportamiento de la población está siendo extraordinario y ha habido muy pocas intervenciones necesarias de la Policía"."Es muy importante esa corresponsabilidad, que es la que nos ayudó a salir de la ola de primeros de año y lo que nos ayudará a llegar, más pronto que tarde, a esa situación en el mes de agosto en la que podamos, junto a la vacunación, estar en las mejores condiciones"."Sabemos que no estaremos en una situación de plena normalidad, pero vamos a estar con la mayor normalidad posible", ha agregado el president, que ha animado a realizar ese "esfuerzo común" también para poder reactivar la campaña turística, que es "muy importante" para la Comunitat.Aquí ha afirmado que se debe compatibilizar "esa situación con algunas restricciones con las posibilidades de los ciudadanos de tener ocio seguro". "Hay un ocio seguro que se puede tener con las limitaciones que desgraciadamente hay", ha defendido.Sobre las sanciones por los botellones, el jefe del Consell ha manifestado que ya se han puesto algunas. No obstante, ha remarcado que la administración "no tiene una mirada recaudatoria", sino que lo que pretende es proteger "la salud de las personas, de aquellas que están cometiendo la irregularidad, y evitar las consecuencias sobre sus familiares y amigos"."Desgraciadamente --ha proseguido-- vemos casos de personas muy graves o, incluso, muriendo, por el contagio por otra persona que no ha tenido una actitud responsable. La única manera de salir es todos juntos, de una manera responsable. Las sanciones son la última frontera; no queremos poner sanciones, sino que se cumplan las normas porque esas normas ayudan a la salud de las personas".
