La vicepresidenta y portavoz de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, ha respondido en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell, varias cuestiones relativas a las coacciones que España 2000 llevó a cabo delante de su casa hace dos días. Oltra ha recalcado que no se trata de un escrache. Según ella, un escrache se produce cuando "un colectivo con reivindicaciones sociales o políticas protesta ante un cargo público a la luz del día, con cara descubierta" y habitualmente en un acto público. Pero esto eran "fascistas enmascarados, con caretas de la película Scream, en la que es un psicópata asesino el que se la coloca, sin ningún objeto político o social", sino para amedrentarla y amenazarla. El mensaje que trasladaban era "sabemos donde vives y no estamos de acuerdo con lo que piensas, así que cuidadito", ha dicho la vicepresidenta.
"Quien compare lo que me hicieron con [un escrache] las protestas de unos ciudadanos que se cansaron de que la gente se suicidara por no poder pagar la hipoteca, está haciendo la cobertura a los fascistas", que, asegura, "van a manifestaciones con bates a abrir la cabeza a quien no piensa como ellos". En este sentido, Eva Ortiz, coordinadora general del PP en la Comunitat, había establecido una relación entre lo acontecido y la camiseta que la vicepresidenta llevó a les Corts con la cara de Francisco Camps cuando era sólo diputada de Compromís. Oltra ha respondido que "en la camiseta ponía Wanted Only Alive", aclarando que no pretendía poner la diana sobre el expresidente de la Generalitat, y que lo hizo porque este eludía "sistemáticamente" el control parlamentario, y permitió así "uno de los gobiernos más corruptos de Europa". Y ha concluido: "Eva Ortiz debería revisar su cultura democrática".