Una de las premisas con las que llegó el actual Consell era esclarecer qué ocurrió en el accidente de metro de València aquel verano de 2006 y además, asegurarse de que esto no se volvería a producir. Por eso, cuando finalizó la comisión parlamentaria ocupada de investigar el suceso, el gobierno valenciano se puso manos a la obra para dar a luz un reglamento de seguridad ferroviaria. Una Ley que hoy, previsiblemente, se aprobará en les Corts Valencianes y que establece la creación de la Agencia Valenciana de Seguridad Ferroviaria y la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios.
La primera será la responsable de la seguridad en la red que gestiona Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), por lo que los operadores deberán remitir anualmente un informe de incidencias y averías, proponer soluciones y posibles actuaciones. Además, también se encargará de proponer un Reglamento de circulación ferroviaria. Es de esta forma cómo la Comunitat sigue un modelo europeo en esta materia, siendo la única ley en todo el estado español dedicada al asunto y que recoge "las disposiciones más avanzadas" de la Unión Europea, según aseguró María José Salvador, consellera de Obras Públicas.
El segundo órgano, la Comisión de Investigación, se dedicará a determinar las circunstancias y causas de los accidentes "más significativos" de la red, pero "en ningún se ocupará de la determinación de la culpa o responsabilidad en los hechos investigados". Y a raíz de estos sucesos, tendrá que aconsejar mejoras en la red para evitar nuevos incidentes.
La nueva norma prevé además un régimen sancionador con multas de hasta 380.000 euros en el caso de infracciones muy graves, de 38.000 si son graves y de hasta 7.500 si se trata de infracciones leves. Se consideran muy graves, por ejemplo, circular sin los certificados de seguridad, incumplir las aseveraciones de la Agencia de Seguridad, realizar obras sin permiso, lanzar objetos a las vías i sustraer cualquier elemento de ellas. También se sancionarán con las multas más altas trabajar bajo los efectos del alcohol o de otro tipo de drogas e incluso asignar horarios que excedan los tiempos máximos de conducción.