"En el Partido Popular, la fiesta no se acaba nunca", decía entre sonrisillas el exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa, en 2009, cuando se resistía a abandonar la formación por los casos de corrupción que le acechaban. Esa frase y toda la hemeroteca lo persiguen. Hoy comparece en la Audiencia Nacional por el caso Gürtel, junto con el exvicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, el exvicesecretario del partido, David Serra, la extesorera, Yolanda García, y la exgerente de la formación, Cristina Ibáñez.
Es la quinta sesión de la vista oral del juicio. La semana pasada ya pasaron por la sala numerosos empresarios, y los responsables de Orange Market, Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez "El Bigotes". Todos ellos tiraron de la manta. Presuntamente, la madre del cordero aquí era la cúpula del Partido Popular valenciano.
Según las declaraciones, el PP obligó a los responsables de Orange Market a facturar en B y a emitir facturas falsas en favor de otros empresarios cercanos a la formación política. Si todos apuntaron a Ricardo Costa, "El Bigotes" fue más allá, y señaló al propio Francisco Camps, expresident de la Generalitat, como la persona que daba las órdenes a la trama. No obstante él no está imputado.
Así pues, la defensa de los imputados del PP es muy difícil. Inicialmente, algunos de ellos argumentaron que todos los delitos de los que se les acusaba estaban prescritos. Ante la negativa del juez, ahora todo apunta a que, como Álvaro Pérez, su estrategia sea asumir algunos delitos y mirar hacia arriba en el partido, señalando a Camps. No obstante, a estas alturas del partido, para él sí estarían prescritos los delitos de falsedad documental y financiación ilegal, por lo que las posibles consecuencias de apuntarle serían judicialmente nulas. No así para los propios acusados, que pueden ver rebajada su pena por colaborar con la justicia y mejorar su imagen pública. Y es que, en realidad, todo parece apuntar que la cúpula del PP no se llevó dinero, pero sí participó en el enriquecimiento de la propia formación durante las campañas electorales de 2007 y 2008.
"La fiesta" de la que hablaba Ricardo Costa ve cómo se apagan los focos, uno a uno. Primero fueron los empresarios, luego fue Orange Market, y ahora solo queda conocer lo que dice la madre del cordero: el PP valenciano. Menuda fiesta.