La vuelta de las vacaciones en septiembre se ha vivido, quizás, con más incertidumbre que nunca. Pese a los
avances en la vacunación, la vuelta de grandes fiestas populares como las Fallas de València se ha visto bajo lupa y con
recelo por un posible repunte de casos. Sin embargo, el escenario ha sido bien distinto y la evidente
caída de los casos positivos por COVID-19 ha llevado a dar
un paso más en la desescalada de espacios tan vulnerables como las
residencias, en las que los abrazos han devuelto la alegría a sus residentes.Este viernes, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicaba una nueva resolución de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que actualizaba los protocolos sanitarios contra la COVID-19 en centros residenciales. Y la
eliminación de la distancia de seguridad durante las visitas -acompañada por medidas de seguridad y varias especificaciones- ha sido la principal novedad, tras 18 meses de obligada distancia social entre familiares de personas usuarias de estos centros.Una flexibilización que responde precisamente a la positiva evolución de la pandemia en el conjunto de la Comunitat Valenciana. De acuerdo con la información facilitada por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública,
desde agosto la curva ha disminuido considerablemente: el día 8 hubo un repunte de contagios con 4.133 personas positivas, pero desde esa fecha ha disminuido el contador hasta la
última actualización de este viernes, con 282 casos.Más al detalle, el final de las Fallas (que se celebraron del 1 al 5 de septiembre) evidenció la mejora de la pandemia. La Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública pasó de notificar 952 positivos el día 5 de septiembre a una media de 400 casos diarios, por lo que la vacuna ha garantizado unas fiestas y una vuelta a los centros educativos y residenciales segura.
VACUNACIÓN A RESIDENTES EN CENTROS DE MAYORES
Respecto a la vacunación, la Comisión de Salud Pública aprobó la semana pasada la
administración de una dosis adicional de la vacuna de la COVID-19 a las personas residentes en centros de mayores. Un acuerdo que para la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas,
Mónica Oltra, ha supuesto “
una noticia muy esperada”.Oltra afirmaba el viernes, en la rueda de prensa tras el pleno del Consell, que “en la última Mesa Interdepartamental tuvimos la opción de abordar esta cuestión, pero siempre en función de lo que dicen los técnicos, de qué es lo más oportuno para la salud individual de cada persona residente y para la salud pública”.En este sentido, la vicepresidenta recordaba que “
hay informes que están avalando y recomendando esta tercera dosis para personas vulnerables” y aplazaba a la próxima interdepartamental (que se celebrará a finales de esta semana) los detalles concretos de cuando empezará la vacunación.El acuerdo, que amplía el grupo de personas a las que administrar esta dosis hasta ahora destinada a las personas con trasplante de órgano sólido, los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos y las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20, incorpora ahora al resto de las personas que forman parte del grupo 7, que son las que tienen ciertos tratamientos inmunosupresores, de muy alto riesgo, y las residentes en centros de mayores.La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha seguido así las recomendaciones de la Ponencia de Vacunas, que analiza las propuestas según la evidencia disponible para ampliar los grupos a los que se suministrará una dosis adicional de vacuna contra el coronavirus.
SE RECUPERA EL CONTACTO FÍSICO CON LOS RESIDENTES
Precisamente el pasado viernes entraba en vigor la nueva normativa sobre residencias y centros de atención a personas mayores que permite
eliminar la distancia de seguridad entre personas residentes y visitas, "lo que significa que puede volver a haber contacto y abrazos,
siempre que las personas residentes y visitantes estén vacunadas y condicionado a los niveles de alerta y contagios", afirmaba Oltra.Un cambio normativo muy esperando tanto por las personas usuarias y residentes como por las familias y que
únicamente obligará al uso de la mascarilla y las medidas higiénicas habituales. En esta nueva normativa desaparece la obligatoriedad de la distancia de seguridad, no se establece límite de familiares (siempre que el municipio donde se encuentra el centro no supere el nivel de alerta 1) y, en el caso de las parejas o cónyuges, se elimina el uso de la mascarilla entre persona residente y visitante.En este sentido, la persona residente y los visitantes deben tener la pauta de vacunación completa y
el encuentro ha de producirse en un espacio abierto donde esté garantizada la ventilación o en cerrados no compartidos,
unas medidas que varían dependiendo el nivel de alerta existente en la localidad donde se ubica la residencia.La consellera de Sanidad y Políticas Inclusivas informaba que se ha planteado a los centros que "faciliten horarios suficientes, incluso en fines de semana, para que nuestras personas residentes puedan tener el máximo contacto posible con sus familiares, después de muchos meses de aislamiento y de las consecuencias que ello comporta" desde el punto de vista "emocional, psicológico y sobre el estado de ánimo".