Ricardo Costa, exsecretario general del Partido Popular valenciano ha reconocido la gran parte de las acusaciones que se le imputan en la Audiencia Nacional, donde se está celebrando el juicio sobre la
trama Gürtel acerca de la financiación ilegal de la formación en las elecciones de 2007 y 2008.
Tira de la manta y asegura que "el PP se financiaba con dinero negro en los actos de la campaña electoral de 2007". "Las decisiones más importantes de la campaña de 2007 las tomaba
Francisco Camps", apunta. Y pide perdón: "Soy consciente de lo que estoy diciendo, quiero declarar
mi arrepentimiento, especialmente a la sociedad española y valenciana y a mi familia que va a recibir consecuencias".Así ha sido la declaración de Ricardo Costa.
Como se preveía, ha señalado hacia arriba en la cadena de mando, directamente a Francisco Camps. Según su comparecencia,
Camps decidió contratar con Orange Market, la empresa cabecera de la trama, para organizar los actos electorales de las campañas en 2007 y en 2008. "Orange Market eran buenos en lo que hacían, pero caros", por lo que ha declarado que en 2005 pidió contratar a otra empresa, "pero Camps quería que todos los actos los hiciera el grupo de Correa. Y tal como era el presidente...""Camps ordenó poner fuegos artificiales y banda de música en un mitin de Mariano Rajoy en 2007 y se pagó con dinero opaco", cuenta. Corrobora de esta manera
las palabras de "El Bigotes" al poner el foco directamente en el expresident de la Generalitat. Ricardo Costa y Francisco Camps en el Comité Ejecutivo regional de 2009También remacha
las declaraciones de Francisco Correa, pues asegura que había
dos modelos de financiación. El primero era la "subvención electoral", totalmente legal, y el segundo, "mediante dinero negro que era aportado en efectivo por los empresarios que posteriormente obtenían en concursos públicos la explotación de servicios y la realización de obras públicas en la Comunitat Valenciana". Y apuntala un tercer sistema: la "emisión de
facturas falsas por servicios no prestados a través de la empresa Orange Market" pagadas por los empresarios, cuando en realidad los servicios habían sido prestados al PP."
No hice nada para impedirlo", se autoinculpa. Sin embargo, ya admitido todo, se ha distanciado. El que fuera segundo de Francisco Camps aclara que no estaba de acuerdo con este sistema, y que se opuso "radicalmente".