La Agencia Valenciana de Seguridad y respuesta a las Emergencias (AVSRE), que depende de la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública, ha coordinado un total de 1.331 incendios durante los meses de junio a agosto de este año, la mayoría (1.140) de vegetación y 191 que han afectado a terreno forestal.En total, durante el verano se han quemado 857 hectáreas de bosque. Y entre los incendios declarados, los de Rafelguaraf y Azuébar son los que mayores consecuencias han tenido, con 177'76 y 420'61 hectáreas quemadas en cada caso, según ha precisado la Generalitat en un comunicado.La consellera de Justicia, Interior y Administración Púbica, Gabriela Bravo, ha explicado que "cada incendio es una pérdida, pero, en líneas generales, este verano no ha sido especialmente virulento en nuestros montes".Según ha detallado, "se han producido 1.331 incidentes de los que 191 han afectado a terreno forestal y los 1.140 han sido incendios de vegetación que no han afectado a terrenos forestales, es decir, estamos hablando de cunetas, descampados y zonas de monte bajo y matorral sin especial valor ecológico".Si comparamos con el verano anterior, 2020 registró una cantidad menor de incendios y hectáreas afectadas, pero fue un año marcado por las restricciones a la movilidad por la pandemia. En 2019, año sin limitaciones, tuvieron lugar más fuegos, pero se quemó la misma cantidad de hectáreas que este verano. Los años anteriores, entre 2015 y 2018, las cifras son similares, alrededor de 150 incendios forestales.