El Centro Especial de Empleo del Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS) ha presentado sus seis áreas de producción, Artes Gráficas, Gestión Documental, Prestación de Servicios, Centro de gestión-formación INTERNAUTA, Manipulado Industrial y Jardinería-Vivero Garden, en una charla impartida a estudiantes de Educación Social que se llevó a cabo en el Aula Magna de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació.
Este centro, que forma parte de la cartera de servicios del IVAS en la provincia de Valencia, tiene como objeto la inserción social y laboral de personas con diversidad funcional. Actualmente, cuenta con una plantilla de 129 trabajadores, el 78% con algún tipo de diversidad funcional (sensorial, física o intelectual).
Durante las jornadas de Educación Social se abordó principalmente la labor que se realiza en el área de Jardinería-Vivero Garden del CEE, donde se comercializan los servicios de mantenimiento de zonas verdes, tareas como poda y tala de arbolado, arbustos y palmeras, siega de césped, abonado, limpieza de zonas ajardinadas y pavimentadas, tratamientos de plagas, instalación y mantenimiento de riegos, quema de leña y rastrojos, creación de jardines y asesoramiento técnico, entre otros.
En este apartado, se hizo hincapié los trabajos que se efectúan para el mantenimiento de las zonas ajardinadas del campus universitario de Blasco Ibáñez, campus dels Tarongers y diseminados, así como los excelentes resultados que está teniendo la producción del Vivero-Invernadero La Humanitat, cuyas instalaciones se sitúan junto a la residencia para personas con diversidad funcional severa o profunda que el IVAS tiene en Cheste.
Desde hace unos años, el CEE desarrolla un plan de producción y comercialización de esquejes de adelfa para la exportación y planta ornamental, cultivo de hortalizas para consumo directo, en este vivero-invernadero, que surgió de la consecución de dos talleres de empleo para personas en situación o riesgo de exclusión social, ambos subvencionados por el Servef y cofinanciados por el Fondo Social Europeo.
Los propios trabajadores fueron los encargados de señalar los beneficios que reporta una actividad como la de jardinería y viverismo explicando, en primera persona, como este trabajo les ayuda a mejorar su calidad de vida gracias a la realización de tareas que requieren precisión, dedicación y concentración, y contribuye al desarrollo de otras habilidades personales tales como la paciencia, el compromiso o la importancia y las ventajas del trabajo en equipo.
Proyecto de vida
Durante su intervención, resaltaron como el empleo constituye uno de los más importantes instrumentos para la plena inserción de las personas con diversidad funcional, y la función destacada que cumplen los centros especiales de empleo al proporcionarles un trabajo productivo y remunerado, adecuado a sus características personales y, en principio, siempre que sea posible, de carácter estable ya que esto permite generar sus propios proyectos y expectativas.
Asimismo, en su argumentación contaron también dónde viven, cómo se organizan en su día a día en sus propias viviendas, cómo se desplazan a sus respectivos centros de trabajo, sus horarios, las relaciones con sus compañeros, sus diferencias y conflictos entre ellos, sus quejas y temores, sus inquietudes, sus amistades, sus aficiones, sus expectativas e ilusiones, en definitiva, su proyecto de vida.
Los trabajadores del Centro Especial de Empleo invitaron a la reflexión haciendo ver que con los apoyos necesarios, la implicación de todas y cada una de las partes, con la colaboración y la confianza, y citando como ejemplo la apuesta de la Universitat de València por este tipo de contrataciones, licitaciones reservadas a centros especiales de empleo, la discapacidad se deja a un lado para empezar a hablar y a poner el énfasis en las capacidades. En este sentido, manifestaron que, en la medida en que se propicien oportunidades, se podrá lograr que la persona con diversidad funcional tenga una mayor satisfacción con su estilo de vida.
Para finalizar, desde el CEE apuntaron el impacto positivo que ha tenido el retorno de las ayudas recibidas en forma de subvención (vía subvenciones del coste salarial, bonificaciones a la Seguridad Social y otras ayudas) a la contribución económica y social, ya que se traducen en aportaciones de los trabajadores mediante IRPF, aportaciones directas para el desarrollo de la propia actividad (compras de materias primas, productos y servicios) y aportaciones vía impuestos.