Comunidad Valenciana

DANA, cambio climático y altas temperaturas; las lluvias extremas pueden ser cada vez más comunes

Encara que no pot relacionar-se directament el passat episodi de gota freda amb el calfament global, els experts assenyalen que els esdeveniments climatològics extrems són i seran cada vegada més comuns

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Es imposible afirmar categóricamente que eventos como la DANA (Depresión Aislata en Niveles Altos) que barrió la semana pasa la Comunitat es consecuencia directa del Cambio Climático. Pero la alerta, ya conocida, de que la contaminación humana llevará a episodios de climatología adversos cada vez más intensos, hace pensar que sí.

Que ocurra, en sí, no es en absoluto relacionable con el calentamiento global. Es en la virulencia donde está la duda.

Por su relevancia nacional, se le conoce como DANA. En la Comunitat, se conoce como Gota Freda; ha destacado por su intensidad, que ha roto récords de más de un siglo, pero es algo habitual en la zona mediterránea. Se trata de una masa de aire frío, separada de las corrientes habituales que, al contactar con otras masas más calientes, produce este tipo de efectos climatológicos. La alta humedad que contiene el aire caliente del mediterráneo, al bajar su temperatura, se condensa rápidamente y produce lluvias torrenciales.

Unas lluvias de difícil predicción que puede dar a que en varias zonas con la misma alerta roja la realidad sea muy distinta: mientras en València no se pasó de algún chaparrón más puntual y lluvia persistente pero no copiosa, en Ontinyent, a unos 70 Km, la lluvia desbordó un barranco y causó importantes daños materiales. Cuanto más grande es la diferencia de temperatura entre las masas de aire, junto a la cantidad de humedad, más fuertes son las lluvias.

Más extremos

El temporal se ha saldado con seis víctimas mortales, 3.500 evacuados por inundaciones y multitud de cierres al tráfico por carretera, mar y aire. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, recogido en el informe 'Climate change adaptation and disaster risk reduction in Europe', aunque es muy difícil de vincular cada caso concreto, está demostrado que "el cambio climático causa grandes efectos en la salud de las personas, sobre todo por el incremento de eventos climatológicos extremos". La Península Ibérica y el País Valencià están, además, en una zona sensible, con dos masas de agua muy distintas -Atlántico y Mediterráneo- y en una de las zonas templadas del planeta: es entre los trópicos y los polos donde más visible es el cambio climático.

Así, la Gota Freda no puede todavía decirse que es consecuencia del cambio climático. Sin embargo, aunque la temperatura del Mediterráneo se encontraba dentro de la media, el calor acumulado en el aire de la zona era mayor a lo habitual, lo que puede intensificar las lluvias.

Es un efecto parecido al de los huracanes. Estos se forman en el Océano Atlántico, a miles de kilómetros. Aquellos que toman una ruta hacia Europa o España, suelen llegar debilitados como borrascas debido a que la temperatura del mar que encuentran en el camino no es lo suficiente elevada para 'alimentarlos'. Sin embargo, con el aumento de la temperatura global y, en especial, del agua de los océanos, este paradigma cambio.

Huracanes

Ruta del Huracán Leslie, en 2018 / Wikipedia

'Gracias' al cambio climático, cada vez es más probable que se formen más huracanes, y que aquellos que se dirijan al este pierdan menos fuerza, pues el agua está más caliente. Es la explicación detrás de la llegada del Huracán Leslie a España en 2018, ya como ciclón extratropical.

Según explicó el meteorólogo Ángel Rivera a Europa Press, el episodio de esta gota fría podría estar relacionado con el Huracán Dorian que azotaba la semana las Bahamas. Podría ser que, al formarse, provocó un "ascenso de masas de aire cálido y húmero", provocando la separación de una masa de aire frío que entró a España por el Cantábrico y provocó la lluvia en el sudeste peninsular. Un huracán de categoría 5 -en algún momento por encima de la escala, podría haber estado en una ficticia categoría 6-, que también entra en el esquema de "eventos climatológicos más extremos" que se atribuyen al cambio climático.