Con más de 100.000 hectáreas arrasadas, cada año, por el fuego, España se sitúa en el segundo puesto de los países que más incendios forestales sufren, tan solo por detrás de Portugal. El cambio climático está acelerando e intensificando los grandes incendios que, cada vez más, nos afectan con el impacto ecológico que supone. Y es que no solo se destruye la biodiversidad y aumenta la desertificación, sino que además la calidad de las aguas y de la atmósfera disminuye considerablemente.
Zonas completamente arrasadas, que lleva décadas recuperar, y que, por desgracia, detrás de una mayor parte de estos incendios – alrededor del 90% - se encuentra la acción humana. Y ya no solo por incendios intencionados, sino también por acciones imprudentes, como realizar quemas de rastrojos en horas no recomendadas o no recoger los residuos, entre otras.
La Comunidad Valenciana, por sus características geográficas, como la densidad de población en zonas forestales o el clima cambiante hacia una mayor aridez, la enmarcan en un contexto favorable a la propagación del fuego, siendo un riesgo sistémico de primera magnitud. Y es que, de acuerdo con el informe de la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, la presencia de vientos durante el periodo estival en la Comunidad Valenciana facilitan la propagación del incendio impidiendo, en ocasiones, su rápida extinción y dando paso a incendios de grandes magnitudes.
Si a esto se le suma los efectos del cambio climático, el riesgo todavía es mayor. En las últimas décadas, las olas de calor han aumentado y cada vez son más frecuentes. Una situación climatológica que reduce la humedad del entorno y aumenta la probabilidad de ignición, así como el comportamiento de los incendios que se vuelven más extremos hasta el punto de llegar a superar la capacidad de extinción.
Por este motivo, desde la conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, se ha reforzado la prevención ante la llegada de más olas de calor. Para ello, no solo se llevará a cabo la vigilancia de posibles humos desde puntos estratégicos, sino que se extremará la precaución en colaboración con los diferentes ayuntamientos, por ejemplo, en la prohibición del uso del fuego en zonas cercanas a terrenos forestales.
Paula Tuzón, Secretaria Autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica, en declaraciones a València Extra, ha remarcado que "la importancia de la prevención para esta conselleria ha quedado clara mediante una dirección general específica a diferencia de los gobiernos del PP que juntaban los trabajos de extinción y de prevención bajo de una misma dirección general. Esto se traduce en una estrategia política que trabaja directamente sobre la prevención como por ejemplo el documento de Líneas Estratégicas con 50 medidas consensuadas para trabajar en el periodo 2017-2020 o incluir la prevención dentro de la normativa urbanística".
Además ha añadido que "no solo la prevención tiene una dirección general específica sino que también tiene lo más importante: dotación y recursos. El presupuesto destinado a la prevención ha subido en los últimos cuatro años y también las horas de vigilancia con el objetivo de reducir los fuegos por causas humanas. Para esta legislatura, una de las principales líneas será la de actualizar y recuperar los Observatorios sin olvidar el papel de la investigación en el tratamiento de restos agrícolas sin la necesidad de utilizar fuego o el impulso de ecosistemas menos vulnerables".
Por supuesto, la conciencia ciudadana también juega un papel fundamental en la prevención de incendios forestales. Es evidente que esta concienciación ha aumentado, ya que, junto con el endurecimiento y persecución de los delitos que supone provocar un incendio, se ha conseguido que se reduzcan en un 22% aproximadamente, respecto a la década anterior. Aun así, todavía sigue siendo uno de los principales problemas que afecta a la Comunidad Valenciana, y al resto del país.
Quemas controladas para la prevención de grandes incendios
Antes de la llegada del verano, la Diputación de València, en colaboración con los ayuntamientos y la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias llevó a cabo diferentes quemas controladas con el objetivo de prevenir incendios forestales. Así, a petición de los municipios, se procedió a estas quemas que fueron lideradas por el Consorcio Provincial de Bomberos, en colaboración con los Bomberos Forestales de la Generalitat Valenciana y las brigadas forestales de Divalterra.Con estas quemas se reduce la acumulación de la vegetación existente para, en caso de incendio, dificultar la propagación del fuego tanto hacia zonas habitadas, como hacia masas forestales.