Compromís reclama un crecimiento ordenado del turismo en València con una tasa que revierta sobre los servicios municipales

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Compromís per València apuesta por una ordenación turística que permita canalizar el crecimiento en el número de visitantes que recibe València, con un 65% de turistas internacionales en el último año. La coalición valencianista propone “un plan específico para desestacionalizar la recepción de visitantes para que se pueda distribuir durante todo el año, programar una oferta cultural y de congresos más allá del ocio, y una tasa turística destinada principalmente a sufragar los gastos públicos que genera la recepción de turistas en la ciudad”, en palabras del alcalde y candidato de Compromís per València a revalidar la alcaldía, Joan Ribó.

Compromís apuesta por el establecimiento de un impuesto turístico (lo que se conoce como una “tasa turística”) con una finalidad local y que revierta sobre los servicios municipales a la ciudadanía y al propio turismo, como por ejemplo la seguridad, la limpieza, la movilidad, el mantenimiento de playas, museos, patrimonio y las fiestas, entre las cuales, las Fallas. El impuesto sobre las estancias turísticas es una práctica habitual en multitud de ciudades europeas que tienen así una herramienta para regular la llegada de visitantes, evitar posibles efectos negativos por un exceso de turistas, y ayudar en el mantenimiento de las ciudades, lo cual también redunda en una mejor imagen exterior.

La propuesta de Compromís pasa porque las Corts valencianas legislen esta llamada tasa turística de competencia autonómica y delegable a los Ayuntamientos, que según sus intereses y necesidades podrán activar. En el caso de València, ha dicho Joan Ribó, “por supuesto que se pondrá en marcha para regular el flujo de entrada de turistas y asumir gastos comunes a la ciudadanía y al turismo, a través de unos ingresos extra”.

Además, este impuesto a los turistas que propone Compromís, también ayudará a establecer un registro de apartamentos turísticos completo. Dicho registro depende actualmente de la Generalitat, y se estima que solo recoge un tercio de los apartamentos turísticos que en realidad existen. Con la tasa turística, “las administraciones podrán claramente distinguir entre aquellos sectores profesionales con una oferta óptima y de calidad para los turistas, de aquellos otros que practican el intrusismo”.

Por otro lado, si el alquiler vacacional estable durante todo el año se ve regulado con una tasa turística, las opciones de lucro para los llamados apartamentos turísticos se verán disminuidas, de forma que se permita (junto con otras medidas) impulsar el mercado de alquiler sobre todo en aquellos barrios con mayor presión turística, como por ejemplo Ciutat Vella y Russafa.

La diversificación es la otra gran apuesta de Compromís per València, ofreciendo al sector profesionalizado un “calendario internacional de eventos” de carácter anual, que no se limite a los periodos festivos o estivales, sino que alcance todo el año, desde enero hasta el mes de diciembre. Además, Compromís apuesta por establecer nexos con celebraciones de otras comarcas valencianas y otros puntos de España, de forma que se profundice en la desestacionalización turística. “La oferta turística de València puede pasar por el ocio, pero también tiene que aglutinar propuestas culturales, medioambientales, patrimoniales y de congresos, así como intensificar el relato de una ciudad donde es posible disfrutar de un completo programa de actividades durante todo el año, además de las playas en verano”.

Así, Joan Ribó ha destacado “el especial interés de un turismo medioambiental respetuoso con la naturaleza, con la organización de rutas ordenadas por el Parque Natural del Túria, el Parque Natural de l’Albufera y la misma huerta de València, además del turismo cultural, con verdaderas joyas museísticas y templos de la música como son el Palau de la Música o el Palau de les Arts, así como el turismo de congresos de alta capacidad de negocio para la ciudad de València”.

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