Compromís y agricultores defienden la cláusula de salvaguarda para los cítricos y un 'lobby' valenciano en Bruselas

AVA i La Unió demanen accions a Govern i Consell a nivell nacional i Europeu davant la "crisi" de la taronja

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Representantes de Compromís y de las organizaciones agrarias AVA y La Unió de Llauradors se han reunido este jueves en la sede de la coalición para abordar la situación del sector citrícola valenciano y han coincidido en reclamar al Gobierno central que pida la activación de la cláusula de salvaguarda como medida de protección ante la importación de naranjas sudafricanas, así como que la oficina de la Generalitat en Bruselas tenga "una estructura seria de lobby agrícola" y presione en defensa de los intereses valencianos.

El diputado en el Congreso Joan Baldoví ha explicado ante los medios, tras celebrar que la iniciativa se haya "extendido a otros partidos", que el objetivo es crear "un frente común valenciano de defensa de los intereses de la citricultura valenciana". Según ha dicho, hay que mirar al presente para ver qué se puede hacer esta campaña para "paliar todo el daño" producido, pero también al futuro "para que el año que viene la situación no sea esta".

En el corto plazo, ha indicado, "más allá de buenas intenciones" quieren medidas concretas, que pasan por poner en marcha la cláusula de salvaguarda ante el impacto a la agricultura valenciana de la "entrada masiva de fruta de Sudáfrica", la reducción de módulos del IRPF para los agricultores, ya que "si se les ha quedado la naranja colgando en el árbol les afectará en la declaración", y ampliarlo incluso al IBI agrario "siempre que se compensara también a los ayuntamientos". También ha reclamado al Gobierno central "ayudas directas al productor afectado".

Preguntado sobre esa cláusula de salvaguarda, Baldoví ha recordado que hay otros países como Francia que la están reclamando y en su momento se aplicó en otros casos, por lo que "es evidente que sí se puede poner, otra cosa es que el Gobierno no la quiera pedir".

"Si voy a Madrid y encuentro naranjas de Sudáfrica en plena campaña citrícola valenciana, es evidente que cuando hay competencia los precios bajan, si no la hay pueden aguantar mejor. El Gobierno debe pensar que lo que tiene que proteger son los intereses de los productores europeos, en este caso valencianos. Ese es un tema absolutamente irrenunciable de cara al presente, pero también a las próximas campañas", ha agregado el diputado nacional.

Por su parte, el eurodiputado Jordi Sebastià ha asegurado que mantendrán la presión en Bruselas, ha recordado que ya en 2016 votaron contra el acuerdo con Sudáfrica y advirtieron de que tendría "consecuencias catastróficas sobre el sector". "Y aún está empezando porque poco a poco Sudáfrica tendrá más libertad para meter su producto en la UE hasta que en 2026 no pagará ningún tipo de arancel", ha alertado.

A su juicio, hay que ir "al foco del problema": "La política comercial de la UE está perjudicando seriamente a nuestros productores y si mantenemos ese estilo de hacer esos acuerdos comerciales difícilmente nuestros productores podrán tener alguna oportunidad porque no competimos con las mismas reglas, esa es la clave".

Sebastià ha criticado que mientras al productor europeo "se le piden una serie de condiciones sociolaborales, sanitarias y ambientales, que está cumpliendo y de forma extraordinariamente buena, a los productores de terceros países no se les piden" y su producción, por tanto, "siempre va a ser más barata".

"NO ES UNA CUESTIÓN AGRÍCOLA"

Por ello, cree que es el Gobierno español el que debe exigir "que todo el paquete agroalimentario quede fuera de esos acuerdos comerciales, como se ha hecho con el de Chile", y echa en falta, ha reconocido, esa "presión del Estado español defendiendo los intereses de nuestros productores".

"No es una cuestión agrícola, los valencianos sabemos hacer muy bien el producto. En el caso de fruta y verdura Europa es deficitaria y hay una demanda que hemos estado cubriendo tranquilamente desde hace muchos años porque los valencianos saben hacer muy bien el producto, pero si el que entra de fuera no respeta nuestros estándares es prácticamente imposible competir", ha indicado.

Ahora "es Sudáfrica", ha advertido el eurodiputado, pero "está pendiente un acuerdo con Brasil y dentro de poco podrá entrar naranja de Egipto". "La situación no se va a solucionar intentando ir a una producción que no compita en el tiempo, lo que no haga un país lo hará otro", ha remarcado.

Además, ha señalado que la Generalitat tiene una oficina en Bruselas y ha pedido que tenga "una estructura seria de lobby agrícola", que reclame los tratamientos fitosanitarios exigibles a Sudáfrica y haga esa "presión" en defensa de los intereses de la agricultura valenciana.

LA UNIÓ PIDE PRESIÓN E INTERLOCUCIÓN

Por su parte, el secretario general de La Unió, Carles Peris, ha valorado que este tema haya entrado "en la agenda política", ha asegurado que este es "un momento muy delicado" que requiere una apuesta por la defensa de los intereses de los agricultores valencianos de cara a Bruselas porque es allí donde "se juega gran parte de la citricultura valenciana su futuro".

Ha valorado esa propuesta de lobby valenciano para desarrollar mecanismos de presión e interlocución en Europa "de cara a esos tratados internacionales que tanto penalizan al sector", aunque ha advertido que "tampoco está todo en Bruselas", reclamando al Gobierno español una mejora de la ley de la cadena agroalimentaria, que es "totalmente insuficiente porque cuando detecta abusos no es capaz de corregirlos".

AVA: ESTE AÑO "NO SE HA HECHO NADA"

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, ha mostrado su satisfacción tras la ronda de reuniones con los partidos políticos valencianos para tratar esta "crisis tan dura" y ha reclamado profundizar en las causas y las consecuencias de esta situación, estudiando los tratados firmados.

En este sentido, ha recordado que el acuerdo con Sudáfrica se firmó en 1999, se puso en marcha en 2004 y fue aprobado por el grupo popular europeo, el grupo socialista europeo y los liberales. En 2016, ha continuado, se amplió la situación de desgravación con facilidades para la entrada de naranja, estando las mandarinas liberalizadas desde 1999.

Para Aguado, esto demuestra que los acuerdos "contemplan siempre posibles revisiones si hay influencias en el mercado, daños económicos importantes o distorsiones para los agricultores" y ahí es donde hay que trabajar.

Ha indicado que las condiciones en las que entran en Europa las naranjas de Sudáfrica son "totalmente diferentes" porque "no hay reciprocidad en cuestiones fitosanitarias, temas laborales y sociales", lo que genera un "dumping social y económico" que hace no se pueda competir en el mismo mercado.

"Es algo a resolver, que la Unión Europea tiene que atender y todos los partidos políticos tienen que valorar para actuar en consecuencia". Ha reclamado el mismo esfuerzo que hace dos años hicieron la Generalitat y el Gobierno central ante una campaña "tan mala" como esta se haga ahora. "No tiene nada que ver con lo que han hecho este año, que es nada, y por eso estamos como estamos", ha zanjado Aguado.

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