El lunes pidieron datos sobre activistas LGBTI. Esta mañana han preguntado si la nueva Ley de Memoria de la Comunitat tendrá en cuenta "los caídos tanto de un bando como de otro". Peticiones de un partido con integrantes homófobos y franquistas; la ultraderecha ahora, con representación en las Corts, plantea sus 'inquietudes' con una gran repercusión mediática y social. "Tenemos que plantearnos cómo contestar, porque lo que pretenden es provocar. No podemos ser altavoz", ha señalado Fran Ferri, síndic de Compromís.
El político ha asegurado que en el seno de la formación hay "un debate", y que imagina que también ocurrirá en más partidos: "Lo vamos a trabajar, en la línea de cómo tratar el fenómeno de la extrema derecha desde el punto de vista de grupo político como representación", ha iniciado.
Ferri asegura que una de las formas de luchas contra su discurso es "trabajar por mejorar a los sectores desfavorecidos"; una política cercana que contradiga el discurso de la formación ultraderechista sin tener que "contestar siempre lo que dicen: "Tenemos que encontrar el equilibrio entre que los ataques a los derechos humanos no queden en nada y que la gente se sienta defendida, pero sin hacerles de altavoz".
Señala que es algo complicado, pues incluso el hecho de que se les deniegue información, como la de activistas LGBTI que imparten cursos en escuelas, si la Fiscalía entra y les da la razón se les puede dar más eco. "Es peligroso, pero aún lo es más que pregunten cosas como las que han preguntado, relativas a lo personal y la identidad sexual", señala.
"Ir poco a poco"
Preguntado sobre el "trato" con ellos, Ferri ha señalado que, para él, "lo político es personal". Así, eso "no quita" que les salude al cruzarse en los pasillos: "Pero no tengo nunca la intención, ni la tendré, de tomarme una cerveza con ellos. Para mi lo personal es político y estas personas que atacan todos los días, por quien soy, no por lo que decido ser".Ferri también ha recordado que se está comparando estas peticiones de los ultraderechistas con antiguas de su formación. Compromís pidió datos de trabajadores en el IVAJ, tras lo que demostró que la mayoría pertenecían a Nuevas Generaciones del PP; algo después, también preguntó por los profesores de religión, para comprobar que muchos de estos trabajaban para la Conferencia Episcopal y, a su vez, actuaban de profesores.
"No se preguntaba por la identidad sexual de nadie. No es lo mismo. Hay que ir muy despacio, porque de alguna manera se justifica la petición de datos de Vox, que es diferente. No se pregunta por horas lectivas, se pregunta por una orientación sexual", ha concluido.