Una "comisión" con el Puerto para "discutir" la cesión de espacios no utilizados o la contaminación

En el nou Acord del Rialto s’acorda la creació d’una comissió per a abordar amb el port tots aquells temes que “afecten la ciutadania”

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"Una comisión entre el Ayuntamiento de València y la Autoridad Portuaria". La pasada semana se aprobó, casi dos meses después de las Elecciones Municipales, el Acord del Rialto. Un documento firmado por Joan Ribó y Sandra Gómez con 64 puntos en seis ejes. Desde medidas más generales, como poner en macha "todas las herramientas que dispone el ayuntamiento para evitar un efecto negativo del turismo en la vivienda", hasta las concreciones; el recargo en el IBI a propietarios que mantengan vacías más de 20 viviendas o, precisamente, una comisión para que el Consistorio "discuta" con el Puerto los elementos de su interés.

Tanto Gómez como Ribó resaltaron varios aspectos del acuerdo recién firmado que les parecían relevantes. Fue el Alcalde el que destacó la importancia de tener un escenario delimitado en el que abordar cuestiones del Puerto que afecten a la ciudad. Las instalaciones portuarias en la ciudad de València tienen gran relevancia: desde la pérdida de una playa urbana en Natzaret o el peligro de la modificación de las corrientes para la Albufera, hasta un gran desarrollo económico de la ciudad.

En el Acord del Rialto, en el punto 24, aseguran desde ambas formaciones que impulsarán "una comisión Autoridad Portuaria-Ayuntamiento de València para dirimir aquellas cuestiones que afecten a la ciudadanía". Detallan ya, como avance de uno de los elementos más importantes, trabajar en la "desafección" por parte de la infraestructura "de los terrenos que han perdido la utilidad portuaria con una nueva modificación de la Delimitación de Usos Portuarios". Es el caso, por ejemplo, de los terrenos que ocupará el nuevo Parque de Desembocadura.

Óxidos de azufre

Ribó, sin embargo, señaló que la comisión no sería "solo para eso": "También tratará otros aspectos fundamentales, como la contaminación". El puerto valenciano está el número 46 en cuanto a los más contaminados de toda Europa. Esto es, en general -y como con el resto de puertos de Europa más contaminados-, por la exposición a la contaminación de los grandes cruceros. Lo óxidos de azufre que emanan por sus chimeneas de la quema de combustible, son uno de los elementos más tóxicos para la atmósfera y la salud humana.

El Puerto pretende hacer una modificación en el muelle dedicado a estos grandes buques sin un nuevo informe ambiental. Algo sobre lo que Ribó se pronunció al pedir que se hiciera dicho informe, así como la creación de un nuevo acceso norte al puerto -por túnel o no-, por la contaminación que esto supondría para la ciudad; supondría la entrada de un gran volumen de camiones.

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