El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, se ha mostrado hoy tajante al asegurar que el municipio no aprobará la tasa turística pactada de cara a 2022 por las fuerzas políticas que sostienen al gobierno autonómico del Botànic. «Cullera no la aprobará de ninguna manera», ha dicho la máxima autoridad local en sus redes sociales. A juicio de Mayor, «no es el momento» ni considera que vaya a beneficiar al sector turístico, ya de por sí tocado por los efectos de la pandemia de la Covid-19.
La Comunitat Valenciana tendrá una ley que regule una tasa turística municipal y voluntaria en 2022 y, si la situación sanitaria lo permite, los ayuntamientos podrán empezar a cobrarla en 2023. Así lo han pactado los partidos del Botànic, deshaciendo de este modo el último gran escollo de la negociación de los presupuestos de la Generalitat.
El alcalde cullerense, contrario a este gravamen, se alinea nuevamente con la posición prácticamente unánime del sector turístico de la localidad que nunca ha visto con buenos ojos la tasa. «Cullera será una ciudad libre de tasas turísticas», ha insistido el primer edil «porque ni las quiere el sector ni las quiere el ayuntamiento», recalca.
Los datos de recuperación turística que sitúan ya en muchos aspectos al municipio en cifras prepandemia indican una recuperación del sector. «Esa recuperación no se puede poner en peligro y menos con tasas que no solucionan el problema de la infrafinanciación de los municipios turísticos», ha dejado claro Mayor.
«La vía cullerense es la de estar al lado del sector, fomentar el impulso y recuperación del turismo sin gravar más al turista. Nuestra preocupación es conseguir financiación europea, como los tres millones que vamos a recibir de los fondos Next Generation para modernizar el paseo marítimo, por ejemplo. Lo otro es el chocolate del loro que no nos soluciona ningún problema y sí que podría crearnos muchos», ha concluido.