Celia Calatayud Martí se jubiló el pasado 14 de marzo, siendo en ese momento la funcionaria que más años llevaba en activo en el Ayuntamiento de Almussafes, dado que inició su andadura profesional en el mismo cuando contaba con tan sólo 18 años, con una formación de Bachiller Superior y en plena etapa franquista. Superado un primer año de prácticas, su contrato formal se generó en el año 1976 como auxiliar del Ayuntamiento, administración local que en aquel momento tan sólo contaba con una plantilla de seis policías, el secretario del Ayuntamiento y un equipo de cinco funcionarios, una cifra muy alejada de la plantilla actual del consistorio municipal, que supera el centenar de trabajadores. “En aquella época éramos una familia”, destaca y evoca con gran cariño a Pedrito Ferrús (el secretario en funciones del Ayuntamiento), a Florentino Merino (el nuevo secretario), a sus primeros compañeros la Tia Vicentica Martí, Enriqueta Segura, Luís Gallego y Paco Alepuz, así como a los municipales Vicente Romeu Conrado Fernández, Batiste González, Vicente Máñez, Paco Salesa y Ricardo Raga. También a los funcionarios que se incorporaron a partir del año 76 José Folch y Ángel Soler, ambos ya jubilados. Posteriormente llegaron también otros secretarios (Hilario Llavador y Juan Jiménez) a quienes muestra su agradecimiento por la confianza que depositaron en su persona para conseguir su crecimiento profesional posterior.
El Ayuntamiento de Almussafes, ubicado ya en pleno parque Central, gestionaba todos los servicios municipales en un único edificio público, en el que también se emplazaban las viviendas del alguacil municipal y del secretario del Ayuntamiento en la segunda planta. “La planta baja de la Casa Consistorial integraba la oficina de recaudación, el juzgado, la policía local y la prisión. Y en la primera planta, rememora Celia, se emplazaba el salón de plenos, el despacho del alcalde y del secretario y el archivo”.
Los 46 años de andadura profesional de Celia Calatayud como funcionaria han supuesto importantes cambios en el ejercicio de su profesión y también por lo que se refiere a los innumerables avances en cuanto a la ampliación de servicios y consiguientemente áreas departamentales, así como a la implementación de las nuevas tecnologías y equipamiento informático. Muy lejos quedan sus primeros trabajos en la administración responsabilizándose del padrón de vehículos, actas de pleno y registros de entrada y salida, labores que realizaba de manera manuscrita y con las antiguas máquinas de escribir. “Recuerdo con gran alegría la incorporación de una máquina de escribir que grababa párrafos completos y que permitía una mayor agilidad en la labor diaria que realizaba en el Ayuntamiento”, destaca la administrativa.
Lógicamente sus 46 años de ejercicio profesional activo en el Ayuntamiento de Almussafes han llevado a Celia a vivir con intensidad las diferentes etapas políticas, desde la transición y la llegada de la democracia hasta su trabajo con las distintas fuerzas políticas al frente del ejecutivo local, y a enriquecerse profesionalmente con su paso por la práctica totalidad de los departamentos municipales (secretaría, intervención, recaudación, cultura y su último destino en el de Bienestar Social). “Al principio no existía la división departamental, por lo que los funcionarios de las administraciones locales llevábamos a cabo labores muy diversas en nuestro día a día y de ahí mi especialización en trabajos que en la actualidad sí que se circunscriben a las diferentes áreas de gobierno”, matiza.
Tanto en su época como auxiliar administrativa como en su nueva etapa a partir del año 2000 como administrativa, Celia Calatayud ha crecido profesionalmente y ha trabajado con muy buena sintonía con el resto del personal municipal, aunque, tal y como explica, “he asumido con gran alegría mi merecida jubilación y la estoy disfrutando al máximo”.
En señal de reconocimiento, las autoridades presentes en el acto de homenaje le hicieron entrega de una escultura exclusiva de gran valor sentimental y con la leyenda 'Almussafes siempre contigo', diseñada por la artista local Tere Cuñat.