El alumnado del IES l’Om de Picassent no es muy distinto al de cualquier otro instituto similar. Adolescencia, móviles, redes sociales, exámenes, selfies, y como no, actitudes que indican que por mucho que se esté haciendo en la lucha contra el machismo, aún queda mucho por hacer. “He visto tanto a compañeros como a compañeras decirles a otras chicas que no pueden hacer ciertas cosas, que eso es cosa de chicos”, afirma Malak Hattaf, alumna de tercero de la ESO de l’Om.
Para Malak, la única solución posible ante estas actitudes es la formación desde la infancia. Desde luego a ella y a gran parte de sus compañeras y compañeros les ha funcionado. Según Pepa Aznar, profesora y mediadora del centro, que lleva años impartiendo talleres de Igualdad, estudiantes como Malak reciben desde primaria recursos para poder tomar consciencia de su entorno, de sus propios comportamientos y de cómo evitar reproducirlos. “Una buena formación en valores es lo que nos llevará a un futuro libre de violencia machista”, asegura Aznar. “El problema es que no se educan solo a través del instituto”, añade.
Para Trini Moreno, agente de Igualdad en el Ayuntamiento de Catarroja, la formación en feminismo es clave para alcanzar una sociedad igualitaria que rechace la violencia machista en todas sus formas. Moreno asegura también que la puesta en común de buenas prácticas y trámites es “la única forma de vencer una lacra que no tiene fronteras”. “Yo misma atiendo a mujeres que vienen de otros municipios a denunciar su situación”, afirma. Moreno destaca que la coordinación con los municipios de su entorno y con la propia corporación provincial es una herramienta fundamental para que las mujeres víctimas no sufran una doble victimización.
En la misma línea se explica Santiago Valcárcel, comisario jefe de la Policía Local de Alfafar, “muchas veces hay mujeres víctimas que residen en el municipio, pero que recogen a sus hijos en el pueblo vecino”. El comisario destaca la coordinación entre servicios municipales y entre localidades cercanas como clave en la protección de las mujeres amenazadas por la violencia machista. “Para estas mujeres es muy importante saber que el compañero del municipio vecino sabe quién es ella, quiénes son sus hijos y es consciente de su situación. La hace sentir mucho más segura”, subraya.
Tras la reciente constitución de La Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género de la Diputació, ya son 49 los ayuntamientos adheridos en pro de una lucha conjunta que ponga fin a la violencia machista. Gracias a la puesta en común de información y buenas prácticas entre los municipios miembros, los profesionales podrán garantizar una mejor atención a las mujeres y evitarles situaciones que aumenten su vulnerabilidad.
La corporación provincial continuará con la formación a policías locales y personal técnico de los ayuntamientos en materia de violencia machista e invertirá una partida anual en la difusión de campañas de prevención y sensibilización en el ámbito local. Este año habrá una aportación de 200.000 euros que se repartirá entre los 49 municipios fundadores de la Red y para el próximo ejercicio está previsto invertir entre 400.000 y 500.000 euros en estas campañas y actividades promovidas por los ayuntamientos para construir una sociedad que responda con contundencia a una de sus principales lacras.