Tavernes Blanques tiene en su localidad la cuna de la porcelana hecha arte. Si bien es cierto que la porcelana Lladró nació en la vecina población de Almàssera, es en Tavernes Blanques donde tiene su casa desde hace muchos años. Y no solo la fábrica que exporta estas bellas figuras a todo el mundo sino que tiene su Museo Lladró donde se puede admirar el arte de estas figuras, además de visitar la fábrica y conocer parte de sus secretos si se concierta una visita a través de los cauces que explican en su propia web.
En poco más de hora y media, el visitante puede disfrutar de una inolvidable experiencia guiada a través de los expertos con todo el material audiovisual necesario para entender el proceso de creación de las figuras de porcelana. Cada año se acercan a las instalaciones de Tavernes Blanques más de 15,000 personas que además de conocer por dentro este mundo puede adquirir in situ figuras de Lladró.
El proceso artístico de creación no solo es inspiración sino que, sobre todo en las que reflejan otras culturas, también hay un concienzudo trabajo de documentación. A partir de las ideas el escultor realiza un esbozo en barro que pasará por el Comité de Creatividad para ser reproducido en escayola y dar lugar así al primer molde del que surgirán los definitivos que darán vida a la figura de porcelana. Es tan cuida la elaboración que para una figura de tamaño mediano se puede necesitar de 15 a 20 moldes y en las más complejas puede llegar a necesitar unos 300.
Una vez obrada la magia y la figura está reconstruida se da paso a la decoración grabando la pieza con los delicados motivos que le darán su aspecto final. Es en este momento cuando se dota de expresión a los rostros perfilando los detalles y posteriormente se pinta la figura para luego barnizarla y dotarla del característico acabado de las 'figuitas' de Lladró. Una vez acabada pasa por una verdadera prueba de fuego que la hará brillar en todo su esplendor. La figura pasará cerca de 24 horas en el horno a más de 1300º C que hará de la figura una pieza de arte única y exclusiva.
Los hermanos Lladró (José, Juan y Vicente) lograron allá por 1953 crear en su casa de Almàssera las figuras de porcelana que hoy en día se pueden encontrar por todo el mundo y en las ubicaciones comerciales más glamourosas. La de Tavernes Blanques es la única fábrica de Lladró en el mundo por lo que toda la producción sale de esta factoría que todo aquel que lo desee puede visitar. Aquellos que se acerquen podrán comprobar que más que una fábrica es un centro de artesanía en la que los complejos procesos de creación de la porcelana se convierten en las manos de los artistas Lladró en verdadero arte que contemplar. Pero no sólo te enamorarás de las figuras sino que Lladró también son lámparas, espejos, jarrones, juegos de té, joyas... ¿Te animas a enamorarte?