El área de Movilidad Sostenible de la Diputació de València ha destinado entre 2020 y 2021 un total de 465.550 euros para la redacción y ejecución de proyectos, de los cuales 403.050 euros son para la ejecución de vías ciclopeatonales y 62.499 euros se han destinado a ayudas en la fase de redacción de los proyectos.
Las ayudas, incluidas en la estrategia Reacciona del área de Medio Ambiente de la Diputación, “tratan de aumentar los desplazamientos saludables y seguros entre las localidades creando una red que refuerce la modalidad con otros medios de transporte a través de las ayudas a la planificación y realización de los proyectos”, ha explicado la diputada de Movilidad Sostenible, Dolors Gimeno.
Catarroja en 2020, Mislata, Burjassot, Puçol, Alboraya, Foios y Massalssafar en 2021, además de la agrupación de municipios de Silla y la agrupación de Alfafar, Sedaví y Massanassa, han recibido desde 4.000 hasta 20.000 euros en la convocatoria para la redacción de proyectos de vías ciclopeatonales.
Respecto de la convocatoria de 2021 para la ejecución de vías ciclopeatonales, Alboraya ha recibido 43.091 euros para el proyecto de mejora de la movilidad intermodal de la estación de metro del Palmaret, desde la avenida de la Horchata y las avenidas Hermanos Machado y Alfauir de València; y 59.959 euros para el proyecto de mejora de la seguridad viaria e itinerario de ciclopeatones en la CV-311, también a su paso por Alboraya. Massalfassar, para la ejecución del proyecto ‘Camino al mar’, con el enlace de la CV-300 con la V-21 a su paso por el término municipal mediante la vía de servicio de la Gombalda (CV-32), con una inversión de 300.000 euros.
Camino Real
Por otro lado, este viernes se presenta a las alcaldías el anteproyecto de Urbanización y ordenación de tráfico no motorizado en el Camino Real desde Albal (CV-33) hasta València, puesto que como explicó en su momento la diputada Dolors Gimeno, "la Diputació de València es, por sus competencias para la promoción de infraestructuras viarias y por sus objetivos de apoyo a los pequeños municipios, el organismo público idóneo para acometer este proyecto", demandado por los municipios a través de la Mancomunitat de L'Horta Sud.
El Camino Real de Madrid es una vía construida a finales del siglo XVIII, de gran importancia logística al conectar ciudades periféricas con el interior peninsular, apoyando su trazado puntualmente sobre la calzada romana ‘Vía Augusta’. Posteriormente, en el siglo XX se designó como N-340. Concebida de carácter interurbano, el desarrollo progresivo de las urbes limítrofes fue configurando la vía en la malla urbana, convirtiéndola en un eje dinamizador de las economías locales de parte de València y las poblaciones de Alfafar, Benetússer, Massanassa, Catarroja, Albal, Beniparrell y Silla.