Los restos mortales de Miguel Martínez Pastor descansan ya en el cementerio de Llíria. Este vecino de la localidad edetana fue fusilado el 6 de abril de 1940 en Paterna, a la edad de 28 años, en plena represión franquista de posguerra. Sus despojos, encontrados en la fosa común 111 del municipio de l’Horta, fueron identificados dentro de los trabajos que se están realizando en el cementerio de Paterna.
Este pasado fin de semana, sus familiares recibieron en esta localidad los restos mortales de Miguel para trasladarlos a su lugar de nacimiento y darles así sepultura en Llíria. Además, en el cementerio de la capital del Camp de Túria, se celebró un acto de homenaje a este vecino, que contó con la presencia de sus familiares, el Comisionado por la Memoria y Democrática y representantes del Ayuntamiento edetano.
La concejala de Memoria Democrática, Consuelo Morató, quiso recordar que “Miguel ya está en casa. 82 años de memoria iniciados desde el dolor, la injusticia y la vergüenza. 82 años de silencio. De mirar hacia otro lado. Y, por fin, gracias al tesón y la lucha de familiares y al apoyo de las instituciones, hemos podido enterrar a un hijo de Llíria que fue injustamente fusilado y abandonado en una fosa. Ahora es momento de contar, reparar y educar para que esto nunca más vuelva a pasar".
Por su parte, el alcalde Joanma Miguel se sumaba también al sentimiento de todas las personas presentes en este emotivo acto que “sirve para la dignificación de nuestro vecino y reconforta a sus familias, en un merecido acto de reparación pública y justicia a todas las víctimas de la Guerra Civil y la represión que fueron abandonadas en fosas comunes”.