El Club d’Escacs de Puçol: la prueba de que los viejos ajedrecistas tampoco mueren

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Hace 10 años, desapareció el torneo Memorial Avelino Puchol y con él la escuela de ajedrez en Puçol. En septiembre de 2018, la presencia de los campeones Jesús y Viviana Galván en las fiestas locales permitió reavivar esta escuela que desde octubre imparte clases dos tardes a la semana, en el Sindicato Agrícola, bajo la atenta mirada del presidente del Club d’Escacs Puçol, José Baltasar.

«El 4 de septiembre pasado, montamos quince partidas simultáneas de ajedrez en el paseo de la Constitución y los invitados fueron Jesús Galván, maestro internacional, y su hija Viviana Galván, campeona de España en cuatro modalidades distintas y representante española en el Mundial de Grecia», recuerda José Baltasar.

La buena acogida propició la recuperación de la escuela municipal, con clases en el Sindicato Agrícola dos tardes a la semana, los lunes y miércoles. Y, poco después, surgió la idea de recuperar también su torneo por excelencia y la promoción entre los alumnos de los colegios de Puçol.

El viernes 15 de febrero, en el Espai Jove, se celebraba una jornada de puertas abiertas para que cualquier vecino, sin importar la edad o sus conocimientos, pudiera comprobar que, pese al empuje de los juegos tecnológicos, el ajedrez vuelve a ser un deporte en activo.

Era la nueva edición del Memorial Avelino Puchol, que después de una década sin celebrarse volvía gracias al empuje de Enrique Esteve, uno de los supervivientes de aquella etapa en que el ajedrez era un deporte de moda en Puçol.

«Todo el material que habíamos dejado guardado en su momento ha desaparecido», explica Enrique Esteve. «Gracias a la colaboración de los colegios públicos, hemos logrado reunir nueve tableros con fichas y un par de relojes, y con ese material estamos impartiendo las clases en el Sindicato Agrícola. Es suficiente para comenzar, pero queremos seguir creciendo y necesitamos más apoyo».

Un material básico, tres monitores que se turnan para impartir las clases y doce alumnos, partiendo de una edad mínima de seis años. Con este bagaje ya han logrado estabilizar la escuela, organizar su torneo y aspiran a montar un equipo federado en la Liga valenciana el próximo curso…

Aunque de momento el día a día es más modesto: no tienen ni armarios donde dejar los materiales, por lo que se han de llevarse los tableros a casa después de cada clase, pero eso no importa al presidente, que ya piensa en una nueva edición del torneo de ajedrez en fiestas, en invitar a grandes jugadores y, en definitiva, revivir aquella época en que los maestros como Miguel Illescas o Alfonso Romero competían al aire libre en la plaza de la Casa de Cultura de Puçol, enfrentándose con 50 vecinos a la vez, en unas simultáneas históricas.

Dicen que los viejos rockeros nunca mueren… a José, Enrique y el resto de los monitores también les va la música, aunque prefieren el tablero, por eso están dispuestos a demostrar que esa frase también vale para los reyes, las reinas, los peones y los caballos.

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