Clara Montoya recrea en el Centre del Carme las aguas del río neozelandés Whanganui, reconocido legalmente como persona

Amb una extensió de 290 quilòmetres, el riu Whanganui és el tercer més llarg de Nova Zelanda i el de major curs navegable i és també el primer riu del món a ser reconegut legalment com a persona

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Clara Montoya CCCC
Clara Montoya CCCC
Siglo y medio tardó el pueblo maorí en convencer a los colonos británicos en Nueva Zelanda de que el río Whanganui es parte de su familia, que no es cosa sino persona, y así fue reconocido legalmente por la Corona. La historia de este río recorre hoy medio mundo para instalarse en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) de la mano de la creadora Clara Montoya (Madrid, 1974) en su exposición 'TÚ'.La muestra, producida por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y que ha contado con el apoyo de la embajada de Nueva Zelanda en España, ha sido presentada esta mañana por el director del Consorci de Museus y del CCCC, José Luis Pérez Pont, por la artista, Clara Montoya, y por la comisaria de la exposición, Monserrat Pis.Según Pérez Pont, "la obra que Clara Montoya ha creado específicamente para la sala Dormitorio es una instalación conceptual y poética que nos cautiva desde el primer paso que damos" y ha añadido que "estamos viendo diferentes planteamientos de cómo las creadoras y creadores ofrecen su visión de la situación medioambiental que vivimos, de la emergencia climática. Lo que Clara Montoya nos propone con 'TÚ' es cambiar los discursos aprendidos por nuevos relatos que nos transformen y nos muestra un ejemplo de lucha, con las herramientas de la democracia, que ella nos presenta desde el lenguaje del arte, porque en el CCCC nuestra filosofía es también abrir caminos".El río Whanganui es el tercer río más largo de Nueva Zelanda (290 kilómetros) y el de mayor curso navegable. Es también el primer río del mundo en ser reconocido legalmente como persona tras el pleito más largo de la historia del país. Esta designación, así como el diálogo establecido entre las partes implicadas en su reconocimiento, invitan a explorar los parámetros de construcción del individuo y de la identidad, los procesos de negociación o la capacidad humana de tejer conceptos y realidades.Según Monserrat Pis, "para la comunidad maorí, el río es un ser dotado de fuerza espiritual propia, un ancestro al que honrar y un familiar del que cuidar. En la cosmología maorí, la naturaleza y el hombre coexisten en el mismo plano jerárquico y fluyen ininterrumpidamente como parte de un mismo continuo: todos descendemos del mismo cielo y de la misma tierra y, por lo tanto, todos estamos emparentados. Este esquema va más allá de la simple personificación del río y engloba conceptos como la sacralidad, el prestigio, el patrimonio cultural e inmaterial, así como la identidad individual y colectiva".Según Clara Montoya, "el pueblo maorí ha llegado a aprender el sistema legal y a utilizar las herramientas de la cultura occidental, y la manera que han tenido de explicar a los británicos, a los occidentales, su relación con el río ha sido la palabra 'familia', uno de los pocos espacios de nuestra sociedad donde no se usa el dinero para transacciones".La artista ha señalado que "estamos rompiendo el mundo, nuestra manera de ver el mundo como partes aprovechables, independientes y no como un todo, y en ese todo no nos incluimos. En ello es en lo que estamos fallando, lo que nos falta es una visión diferente: las ideas son lo más difícil y lo más fácil de mover. Igual que con las mascarillas y la pandemia que daba la sensación de que no íbamos a poder adaptarnos y lo hemos hecho, podemos aceptar nuevas maneras de ver el mundo. Lo que pasa es que nos hemos quedado huérfanos de sitios a los que mirar".Y en este sentido, Clara Montoya explica que "esta historia es interesante para repensar, para volver a mirar nuestro propio mundo. Incluso el río en València ya ni está, no tenemos esa sensación de pertenencia a la tierra misma y ese distanciamiento es lo que hace que estemos rompiendo las cosas, lo que va en nuestro propio detrimento"."Mirar cómo otros -en referencia al pueblo maorí- han cambiado a sus vecinos nos puede servir de inspiración. Estamos destruyendo el paraíso. Para mí el paraíso era este" señala la artista.La intervención creada por Clara Montoya se compone de seis máquinas de luz yuxtapuestas y sincronizadas cuyas fluctuaciones evocan la reverberación del sol sobre el agua, el brillo sobre las olas. La luz altera la sala de manera constante, revelando o escondiendo el entorno y aludiendo a la percepción cambiante de lo que nos rodea. 'TÚ' invita a plantearnos límites, distanciarnos de nosotros para centrarnos en lo que ya no denominamos 'yo', y recordarnos que nuestra forma de definir el mundo también nos cambia.Completan la instalación diferentes textos con muchas visiones sobre lo que significa ser persona, sobre el individuo en sociedad. A ello se une el texto legal del Te Awa Tupua (el nombre que recibe el río Whanganui en su dimensión de ancestro y de fuerza espiritual) que ha sido traducido por primera vez al castellano y al valenciano específicamente para esta exposición, con el apoyo de la embajada de Nueva Zelanda en España.Según la artista, "el texto original es Creative Commons y el texto y sus traducciones lo serán también, para que la gente lo pueda usar de referencia para conseguir acuerdos, para proteger ríos, bosques, que se use de referencia para abrir caminos, sobre qué podemos hacer bien".El trabajo de Clara Montoya gira en torno a lo que la sociedad construye y cómo se pueden cambiar los relatos impuestos por nuevos relatos que nos ayuden a reconducir nuestros pasos. La exposición 'TÚ' se podrá ver en la sala Dormitorio del CCCC hasta el 5 de septiembre.

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