El cierre de la hostelería o el adelanto del cierre del comercio a las seis de la tarde son algunas de las nuevas medidas que el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, han anunciado, esta tarde, con el objetivo de frenar la expansión de la tercera ola de la pandemia. No obstante, la cultura se ha salvado de las nuevas restricciones. Así, tal y como se ha confirmado, los cines, teatros y demás espacios culturales permanecerán abiertos al público, eso sí, con la limitación del aforo al 30%. Un gran alivio para los agentes culturales de la ciudad, que han visto como en los últimos meses los ingresos han bajado sustancialmente a causa de la crisis sanitaria.
No comparte la misma suerte otro tipo de establecimiento que, a partir de este jueves, tendrán que cerrar durante 14 días. Estos son: centros recreativos tanto de jóvenes como de personas mayores, así como ludotecas y centros similares, locales de asociaciones festivas, como casales falleros y todos los locales relacionados con el juego, como el bingo, los casinos o los negocios de apuestas. Asimismo, también permanecerán cerradas las instalaciones deportivas, excepto para profesionales.
Puig ha reconocido que las nuevas restricciones para la Comunitat Valenciana tendrán un "gran impacto en la vida de miles de personas" y ha afirmado que se han tomado "con dolor", "preocupación por sus efectos" y la disposición a "compensar a los más perjudicados". "El nivel de estrés hospitalario y el aumento de a curva de contagios nos obliga a hacerlo", ha lamentado.
Y precisamente para compensar a los sectores más afectados, Puig presentaba el Plan Resiste, dotado con 340 millones de euros, que se destinarán a ayudas directas para el sector de la hostelería y restauración, actividades turísticas, artísticas, parques de atracciones y ludotecas, así como para los sectores relacionados con la fiesta. Todos estos sectores representan el 30% de pérdidas del valor añadido y el 59% de la destrucción del empleo, sin contar que casi la mitad de los trabajadores de la hostelería siguen en ERTE. "Son sectores decisivos y necesario para nuestra prosperidad".