El alumnado de Primaria del CEIP Pontet de Almussafes ha comenzado este curso 2019-2020 un proyecto denominado ‘Observatorio Meteorológico Escolar’ que cuenta con una subvención de 4.045,73 euros del Ayuntamiento de la localidad dentro de su programa de ayudas a iniciativas escolares relacionadas con la tecnología y el ámbito digital, nueva línea de subvención implementada en el año 2018. El profesorado busca concienciar sobre la importancia de conservar el planeta y adentrar a los y las jóvenes en el contenido científico a través de la medición y análisis de datos estadísticos sobre fenómenos como el viento, la lluvia o la temperatura. El maestro José Vicente Roig coordina el proyecto, que ya ha comenzado y está pensado para su desarrollo a largo plazo.
Desde el año 2018, los centros educativos públicos de Almussafes pueden poner en marcha proyectos científicos y digitales en colaboración con el consistorio municipal gracias a un nuevo programa de subvenciones lanzado por la Concejalía de Educación del Ayuntamiento que permite a los claustros de profesores y profesoras la adquisición de material tecnológico.
El CEIP Pontet se ha acogido a esta línea de ayudas. En este sentido, el ejecutivo local le ha concedido una subvención por valor de 4.045,73 euros para el desarrollo del proyecto ‘Observatorio Meteorológico Escolar’, que consiste en la instalación de una estación meteorológica para que el alumnado empiece a familiarizarse con todas las cuestiones relacionadas con esta cuestión. El dispositivo cuenta con una veleta, un anemómetro, un pluviómetro, un barómetro, un higrómetro y un termómetro de máximas y mínimas.
El objetivo principal del profesorado del área de Ciencias Sociales y Matemáticas, que es el departamento que se está encargando de la coordinación del proyecto, es sensibilizar al alumnado sobre la importancia de contribuir al mantenimiento del planeta a través de la observación de algunos factores climáticos, como la lluvia, el viento o la temperatura, conocer los principales instrumentos meteorológicos para asociarlos a cada fenómeno y aprender a recoger datos para poder analizarlos y compararlos con posterioridad.
De forma sistemática, cada día se van registrando los diferentes fenómenos que se producen para confrontarlos con las previsiones anunciadas en los medios de comunicación, utilizando para ello tablas de registro y gráficos que permiten realizar con el paso del tiempo comparativas acerca de los cambios producidos.
Según el concejal de Educación, Pau Bosch, la finalidad de esta línea de ayudas es “facilitar a los centros públicos de la localidad la opción de desarrollar proyectos tecnológicos y digitales que mejoren la metodología de la enseñanza y las aptitudes y capacidades del alumnado, garantizando así una educación de calidad para todos los jóvenes residentes en Almussafes”. “Consideramos muy positivo que desde los primeros cursos se vaya introduciendo al alumnado en el mundo de la ciencia y más si se hace de manera didáctica y divertida”, asegura.
Cada semana un responsable de cada uno de los cursos de Primaria se encarga de realizar la recogida de datos, para lo que todos los días a las 13 horas, y junto a José Vicente Roig, profesor que coordina el proyecto, el grupo se desplaza hasta la terraza del edificio para anotar la información, que posteriormente se hace pública en el tablón de anuncios correspondiente. De esta forma, se logra involucrar al conjunto de la comunidad educativa. Al final de la etapa de Primaria todos habrán experimentado de manera manual con todos los instrumentos de medida y estudiado todos los elementos del tiempo atmosférico.
Un enfoque original y creativo
El proceso se está llevando a cabo con una metodología que pretende ir más allá de la obtención de datos para presentar el tema a la infancia de forma original y creativa. De hecho, como complemento, también están recogiendo noticias de los medios de comunicación sobre el estado del tiempo, la agricultura, las presas o las aguas embalsadas y han establecido una correspondencia periódica entre colegios de la comarca para intercambiar los datos observados. Con estas medidas se busca que los y las escolares sean capaces de aplicar esta información a su vida diaria y hacerles sensibles en el cuidado del medio ambiente“Cualquier motivo es bueno para mantener y avivar en el alumnado la ilusión, la atención, la motivación y el estudio en una escuela. Y, ¿por qué no puede ser el juego diario con la meteorología uno de ellos?”, se pregunta Roig.