La XXXIX edición de los Premios Vila de Catarroja ha tenido que adaptarse a las actuales circunstancias. En esta ocasión, la entrega de galardones se ha realizado de manera virtual, con un pequeño acto en el Museo Antonia Mir donde han participado representantes de Florida Universitaria, Perifèric Edicions y Ayuntamiento de Catarroja.
"El covid no nos ha permitido realizar el monográfico de toda la semana de actos vinculados a los premios vila que esperemos recuperar para la XL Edición que celebraremos en mayo de 2021. Lo que no ha impedido esta situación es poder volver a disfrutar del talento artístico de los premiados donde, en esta edición, hemos podido contar por primera vez con una distinción al mejor relato infantil", ha explicado Dolors Gimeno, concejala de cultura.
Así pues, este año los ganadores en las diferentes categorías han sido:El I Premio Benvingut Oliver de Literatura infantil a la obra ‘Armonía de las esferas de Josep Ballester Roca. Según el jurado, esta obra es un poemario que te transporta a un imaginario musical y matemático de posibilidades diversas, jugando con un lenguaje poético y visual.
El XIV Premio Benvingut Oliver de narrativa juvenil a la obra ‘Fuera de clase’, el autor de la cual es Salvador Vendrell Grau. Según el jurado, la obra relata como la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 nos ha alterado la manera de vivir, abordando las relaciones entre adolescentes en estos tiempos y la capacidad de superación del ser humano ante las dificultades.
Por último, el XXVIII Premio Benvingut Oliver de narrativa ha sido para la obra ‘Amanda’ de Sergi Durbà Crespo. Esta novela presenta la relación de dos amigos en unos lugares y en unos ambientes en que se saben desubicados y perplejos por todo aquello que se acontece a su entorno, un pueblo costero valenciano. Uno de ellos marcha lejos como vía de escape, el otro se centra en la familia. La novela es, sobre todo, es una crítica mordaz, a veces divertida, a veces amarga, pero siempre penetrante, de la sociedad valenciana de los últimos cincuenta años. Es justamente esta mirada desenvuelta, sin complejos, crítica y cáustica uno de los aspectos que más ha cautivado la atención del jurado.