Catarroja quiere ser un epicentro de cultura en el territorio valenciano. Además de su apuesta por el teatro, la música, la danza o la poesía, es cuna de artistas de todas las vertientes que la han colocado al mapa y aprovecha cada espacio para demostrarlo. El último ha sido el Museo de Antonia Mir (MAM), que abrió sus puertas ayer después de sus reformas para demostrar a la ciudadanía el valor de las obras de la catarrojense, pero también el de otras 20 pintoras mujeres a través de una exposición con motivo del Día Internacional de la Mujer que, como Antonia, luchan cada día para hacerse lugar en un espacio dominado por hombres.
Exposiciones temporales, proyecciones, recitales, conferencias y otras manifestaciones artísticas tendrán cabida en el recinto que contiene la obra de la pintora catarrojense. “El MAM no solo será el lugar ideal para mostrar la obra de la hija predilecta de Catarroja, sino también un espacio cultural vive”, manifiesta Jesús Monzó, regidor de Cultura y alcalde de la localidad.
Una reforma necesaria
Después de una reforma necesaria a causa de daños provocados por filtraciones de agua y problemas estructurales en el edificio, que hacían peligrar las más de 250 obras de la pintora de Catarroja, el museo cuenta ahora con nuevos cuadros y materiales bibliográficos. El MAM también tiene una renovada equipación técnica y audiovisual “con el objetivo de programar acontecimientos culturales que puedan impulsar este envidiable espacio”, añade Monzó.En total se han invertido más de 100.000 euros en las obras de reparación y un nuevo seguro. Se ha reparado la cubierta del edificio principal, se han cambiado puertas e impermeabilizado ventanas y se ha pintado todo el recinto.
Antonia Mir, un referente cultural
Antonia Mir empezó en 1949 sus estudios de Pintura y desde entonces ha llevado el nombre de Catarroja por todo el mundo. La obra del artista ha estado presente en ciudades como Madrid, Venecia, Lisboa, París, Santiago de Chile, Nueva York y Bruselas.En la actualidad, la pintora es miembro de la Real Academia de Bellas artes San Carlos de Valencia y Medalla de Honor de la Universitat de València por su trayectoria artística. Además, encabeza la Fundación Antonia Mir –dedicada al impulso de la cultura y el mecenazgo– que patrocina el premio de pintura Milagros Mir, y cuenta en Catarroja con su propio museo, con más de 250 obras.