La fiesta de los valencianos y valencianas tuvo, como no podía ser de otra manera, su protagonismo en Catarroja. En primer lugar con los clásicos reconocimientos del 9 d’Octubre que se entregaron un día antes de la jornada festiva, y con la celebración del almuerzo popular y exhibición de vela latina en el Puerto.
Por quinto año consecutivo, desde el Ayuntamiento de Catarroja se quiso hacer un homenaje especial a sus vecinos y asociaciones más ilustres con los reconocimientos del 9 d’Octubre. En esta edición, la comadrona, Carmen Raga, y la Coral Polifónica Sant Pere, recibieron el cariño de Catarroja en un acto público de entrega de reconocimientos que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento.
Un recuerdo especial para Carmen Raga, la comadrona que recibió el reconocimiento a toda una vida dedicada a asistir en el nacimiento de centenares de vecinos, primero en las casas particulares, para posteriormente hacerlo en el Centro de Salud. A sus 89 años recordó y compartió alguna de las decenas de anécdotas que jalonan su trayectoria, como aquella de poder ayudar a dar a luz a un bebé en noviembre de 1957, una fecha complicada debido a las inundaciones padecidas en Valencia.
Por su parte, la Coral Polifónica Sant Pere también recibió el cariño de los vecinos en la entrega del reconocimiento a esta entidad cultural y musical en su 25 aniversario. Una gran iniciativa que sigue cumpliendo, además en muy buena lid.
Vela Llatina el 9 d’octubre
Por otro lado, desde la concejalía de Fiestas se programó para este 9 d’Octubre la tradicional exhibición de Vela Llatina que cada año acompaña el calendario de Fiestas Populares. En esta edición, las condiciones climatológicas impidieron su desarrollo habitual en las fechas previstas y se aplazó al 9 d’octubre, con gran acierto, a tenor del éxito de visitantes a una tradición que desde la Asociación Vela Llatina els Peixcadors vienen fomentando con gran cariño.Previo a la exhibición, tuvo lugar el también clásico ‘esmorzar popular’. Una oportunidad para vivir en el Port de Catarroja una jornada de hermandad mientras se disfruta de uno de las citas ineludibles en el menú gastronómico valenciano.