Carlos Reyero, el nuevo director del Bellas Artes que mira hacia el futuro sin olvidar el pasado

El Museu de Belles arts de València va triar el passat 22 de juliol a Carlos Reyero Hermosilla com a nou director d’aquesta valuosa pinacoteca, la qual, segons ell, ocuparà el lloc que es mereix en el panorama cultural espanyol

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"La segunda pinacoteca de España", dicen aquellos que desean que el Museo de Bellas Artes -también nombrado Pío V- ocupe el lugar que se merece en el panorama cultural español. El nombre de la persona que ha venido a salvar el patrimonio del Bellas Artes y situarlo donde le pertoca es Carlos Reyero Hermosilla, subdirector del Departamento de Historia y Teoría del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, que substituye como director del museo, desde el 22 de julio, a José Ignacio Casar y Margarita Vila.

CARLOS REYERO, HISTORIADOR E INVESTIGADOR

Reyero, con bigote canoso y una innata e inefable apariencia de historiador, fue elegido el pasado mes de julio tras un proceso de concurso en el que solo participaron funcionarios. Este catedrático que empezó su carrera profesional como docente en un instituto de Cádiz ha formado parte de universidades como la de Cantabria o la Pompeu Fabra de Barcelona, entre muchas otras instituciones como la Real Academia de España en Roma o la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, de Barcelona.

Este avezado historiador, especializado en arte contemporáneo, ha publicado diversas obras divulgativas y de investigación. Entre ellas destacan algunas, como “La belleza imperfecta. Arte y discapacidad en los orígenes de la sensibilidad moderna” (IP, UAM, 2005), “El otro siglo XIX” (Investigador, Universitat de Barcelona, 2010-2013), "Pintura y Escultura en España, 1800-1900" (Madrid, Cátedra, 1995) o "Imagen histórica de España, 1850-1900" (Madrid, Espasa-Calpe, 1987).

MIRAR AL FUTURO SIN OLVIDAR EL PASADO

Durante su primer acto como director de la pinacoteca, Reyero, acompañado de la directora general de Cultra y Patrimonio Carmen Amoraga, explicó que "el museo no es un almacén de obras, sino un espacio de reflexión sobre la cultura". La llegada de este historiador parece que significará aquello que se entreve en su anterior sentencia: un mandato en el que se observará con un cariño halagador e incluso fraternal la herencia que el mismo Carlos Reyero Hermosilla ha recibido a la hora de construir su futuro, el futuro del Bellas Artes.

'Uno es heredero de todo lo que ha ocurrido y en el pasado hay muchas cosas aprovechables; en el Bellas Artes se han hecho exposiciones fantásticas'

El director del museo, pese a que aún no ha hecho público ningún proyecto, habló sobre un plan que "piensa en la historia y en los grandes elementos que han construido el museo". Además, también explicó que "uno es heredero de todo lo que ha ocurrido y en el pasado hay muchas cosas aprovechables; aquí se han hecho exposiciones fantásticas". Un nuevo director para el Pío V que intentará dibujar un futuro viable para el museo con la pinacoteca más grande de València sin dejar de mirar hacia el pasado, un pasado marcado por un patrimonio cultural de un incuestionable valor.

LOS TRES PUNTOS NEGROS EN LA "HERENCIA" DEL BELLAS ARTES

Pero el patrimonio que "hereda" Reyero no solamente consta de obras de Velázquez, Pinazo o Sorolla. La falta de personal, el insuficiente presupuesto institucional y la necesaria reconfiguración de la estructura interna del museo, ya que este es en un centro nacional pero de gestión autonómica -una figura jurídica bastante inusual-, también son algunos de los elementos que el nuevo director del Bellas Artes hereda de los mandatos anteriores.

Para solucionar el problema de la carencia de personal, Amoraga afirmó que tiene la futura Oferta Pública del Empleo tiene previstas seis plazas de gestor cultural, de las cuales tres están reservadas para conservadores, "para que no vuelva a pasar lo que pasó". Con estas palabras se refería a la inclusión de tres historiadores del arte sin la preparación necesaria para ocupar un puesto de restaurador, que generó numerosas críticas entre el sector profesional.

Respecto a la insuficiencia de presupuesto institucional, Amoraga informó que, ahora mismo, el museo cuenta con 5,2 millones de euros, un presupuesto que "puede seguir aumentando". Reyero, con este dinero, pretende convertir el museo en un centro de investigación y, además, hacer todo lo posible para que un nuevo público se acerque al Bellas Artes, un objetivo que el propio director calificó de "reto complicado". Por lo que respecta al problema de la estructura, según la conselleria se está trabajando un proceso de ‘desconcentración’, es decir, una modificación del decreto que dotaría de una mayor autonomía al centro.

UN FUTURO INEXISTENTE SIN LA AYUDA DE CONSELLERIA

'La etapa Reyero' comienza, y lo hace con buenas vibraciones. Un hombre con ganas de posicionar el museo en el lugar que se merece respetando, al mismo tiempo, su patrimonio. Pero, para conseguir esto, necesita la ayuda de conselleria, una ayuda más que necesaria para poder sortear las tres piedras del Museo de Bellas Artes: la falta de personal, de presupuesto y la necesidad de reorganizar la estructura del museo.
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