Esta semana han finalizado las obras de mejora de accesibilidad del Palau de la Marquesa, con las que se han instalado dos rampas, una fija y una desmontable que posibilitan salvar las escalas de acceso, facilitando el acceso al ascensor que da servicio en todo el edificio. Aprovechando la intervención, se ha realizado una inspección de la estructura y se ha aplicado un mortero disipador de la humedad, así como un sistema de deshumidificació por olas electromagnéticas para eliminar futuros daños al edificio histórico. En los próximos meses, se procederá a la reparación y a la contextualización histórica del espacio para recuperar parte de la atmósfera que se perdió en la rehabilitación de los años 90. Las actuaciones han sido financiadas por la Consellería de Cultura.
Lluís Candel, concejal de Territorio, ha explicado que "una de las preocupaciones principales del actual Equipo de Gobierno es la mejora de la accesibilidad, tanto a los espacios públicos como en los edificios municipales, y precisamente uno de los edificios con más carencias era el Palau de la Marquesa donde las personas con movilidad reducida no podían acceder al primer piso, viendo anulado su derecho a utilizar un patrimonio que es de todos". El regidor ha destacado que se ha intentado actuar siguiendo los criterios de "mínima intervención, reversibilidad y respecto a la estructura histórica, de acuerdo con las corrientes internacionales de intervención en el patrimonio arquitectónico".