Por la situación extraordinaria de la COVID-19, muchas calas de la Comunitat Valenciana están siendo el lugar perfecto para desconectar. Este año en particular, las calas han sido muy concurridas y algunas presentan grandes aglomeraciones de gente. Sin embargo, hay otras que no están siendo tan frecuentadas ni tampoco son populares, con aguas tranquilas y sin dejar de ser extraordinarias.
En la provincia de Castelló, encontramos la Cala Pebret (Peñíscola). Esta cala situada en la Sierra d’Irta, destaca por la poca urbanización de su alrededor. Para acceder hay que andar en un pequeño campo de dunas, también está rodeada de montañas y se encuentra en un entorno protegido como Parque Natural.
La Cala Argilaga, también situada en Peñíscola aunque más alejada (cerca de Alcossebre) es una cala poco concurrida y con una longitud de 40 metros. Se diferencia de muchas otras por su arena blanca y su oleaje moderado, con gran encanto por poseer una microreserva de flora.
La Cala del Pastor está situada en el municipio de Vinaròs. Se trata de una playa de reducidas dimensiones y con un escenario muy atractivo. Se encuentra a los pies de un acantilado y está compuesta de gruesa arena dorada.
La Cala de la Foradada, también situada en Vinaròs, cuenta con una belleza muy apreciada en la localidad. El nombre proviene de una gran roca horadada por el agua que se encuentra en la propia cala. Además, es ideal para practicar snorkel y tener un baño relajado.
En la provincia de Alicante también se encuentran unas de las mejores calas de la Comunitat y que tampoco son muy concurridas.
En primer lugar, la Cala Llebeig, situada en Moraira, está formada por la desembocadura del Barranc de la Viuda. La característica más sorprendente es que no tiene acceso por carretera, solamente se puede acceder mediante mar o a pie. La ruta para acceder a la cala es corta, unos 4 km de ida y vuelta, aunque se recomienda usar calzado adecuado. Una vez en la cala, se puede disfrutar de las magníficas vistas, junto las pequeñas casas y barcos de gente local.
La Cala dels Testos (Benitatxell) es otra magnífica playa en la que el acceso es una impresionante ruta a través de cuerdas. La ruta consistirá en descolgarse por cuerdas en tres tramos, recomendados para gente ágil y sin vértigo, para luego llegar a una preciosa cala con espacio casi virgen.
Por último, la Cala Baladrar (Benissa) se presenta como un precioso paraje natural. Las aguas son cristalinas y de color turquesa, con poca profundidad e idóneas para practicar el snorkel.