El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha defendido este jueves que fueron "precisamente" los controles de la entidad financiera los que permitieron "detener" la operativa que ha saqueado hasta 4 millones de euros de las arcas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València.
Así lo ha manifestado durante la presentación en València de los resultados de la entidad financiera en los últimos nueve meses, al ser preguntado sobre si prevé acudir a los tribunales, tras el requerimiento del Ayuntamiento de València para que le reponga los 4 millones defraudados.
Desde CaixaBank, ha lamentado el fraude que ha producido en un cliente de la entidad tan "importante" como la EMT de Valencia, un hecho que cree que "nos debe servir a todos de recordatorio de la necesidad de tomar siempre precauciones ante la creciente amenaza del fraude cibernético".
Gortázar ha mostrado su "disposición más absoluta a colaborar con la EMT y con las autoridades judiciales en su caso", al tiempo que ha asegurado que CaixaBank actuó "en todo momento respondiendo a órdenes precisas" recibidas de su cliente y que "fueron precisamente nuestros controles los que permitieron finalmente detener esta operativa".
El consejero delegado, que no ha querido entrar en si la entidad financiera llevará o no al consistorio a los tribunales si le sigue considerando parte responsable del fraude, ha asegurado que por su parte, siempre van a estar "siempre buscando mejorar y ayudar al Ayuntamiento de València en todo lo que haga".
En su opinión, "una disputa concreta debe circunscribirse a esa cuestión concreta" y CaixaBank tiene "máxima voluntad de seguir cooperando con el Ayuntamiento de la ciudad de València y con la Comunitat", ha remarcado.
En todo caso, ha señalado que su relación cliente-banco con la EMT de València "se construye sobre el sigilo" y no cree "oportuno comentar en público conversiones que deben estar en el ámbito de lo privado". "No debemos comentar comunicaciones con un cliente nuestro, que mantenemos dentro del lógico secreto de las comunicaciones de un banco y un cliente", ha insistido.
A su entender, este es un tema que debe quedar por su parte "en la necesaria discreción de comunicaciones entre un cliente y un banco, y más cuando hay un problema de este tipo de fraude que lógicamente tendrá consecuencias en el mundo judicial", ha sentenciado.