Según los datos de la estación de control del aire de la Plaza del Ayuntamiento, instalada a finales del pasado año, ha registrado una caída mensual del 13,9% de los parámetros medidos en cuanto a contaminación. Desde enero hasta abril han descendido, de forma notoria respecto al resto, los óxidos de nitrógeno asociados
a los vehículos de combustión. Mientras que estos óxidos han caído un 47,2%, en Xàtiva el carril bici ha registrado un 35,5% más de usuarios y un 16,5% menos de vehículos motorizados.
La contaminación en el 'corazón' de València, pese a continuar en niveles moderados, ha caído mes a mes, como desprenden los datos disponibles de la Oficina Estadística del Ayuntamiento de València. Incluso en marzo, con el pico de contaminación que responde a las fallas -PM10 y PM 2.5, que señala partículas en el aire-, los indicadores
cayeron en general un 25,7%.
Desde la puesta en marcha de la nueva infraestructura ciclista de València, conocida como Anell Ciclista, las cifras de pasos diarios de coches y el resto de vehículos motorizados en la ciudad ha mantenido una tendencia descendente. Por contra, el uso de bicicletas y vehículos de movilidad personal (MVP) es cada vez mayor: el máximo registrado fue el pasado marzo con más de
5.000 usuarios.
Actividad humana
Estas cifras, positivas para el anterior Govern de La Nau, se han conseguido pese a ser, relativamente, una red 'pequeña'. En el programa de los populares de 2015, que critican duramente la gestión Giuseppe Grezzi en movilidad, se prometieron 100 km de estos carriles. Hasta ahora, desde el gobierno progresista liderado por Joan Ribó se han ejecutado 40.
València se situó, hace ya unos meses, como una de las ciudades españolas donde más se utiliza la bicicleta, según la V radiografía de los Hábitos de Movilidad de los Españoles; el Cap i Casal es
la segunda ciudad del ranking, por detrás de Sevilla. Desde el Ayuntamiento se señaló, además, que los días de la semana que más registros de bicis y MVP contabilizan es de lunes a viernes. Por lo que "señala" que la movilidad sostenible "se utiliza para
ir a trabajar".Desde 2013 a 2017, la tendencia habitual en la ciudad era registrar unos valores de dióxido de nitrógeno -el más común relativo a los vehículos-
por encima de los niveles recomendados. Sin embargo, desde entonces se cambió la tendencia y los centros de control varían entre "bueno" y "moderado". Ya entonces, la exconsellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, señaló el valor de las políticas para reducir el uso de los vehículos de combustión, pues "la mejor medida es", aseguró, "limitar la emisión de contaminantes
generados por la actividad humana".
