La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha iniciado los trabajos de la pasarela que permitirá la conexión entre los dos márgenes del río Clariano, entre el parque de la Paduana y el parque inundable de “Las Mamás Belgas” de la Canterería. Se trata de una actuación incluida en el proyecto de restauración del río Clariano entre el Pont Viejo y el Pont Nuevo de Ontinyent, plasmado en el protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y la Confederación en enero de este año, con un presupuesto superior en medio millón de euros.
El regidor de Territorio, Óscar Borrell, explicaba que “es una actuación que da continuidad al trabajo que venimos realizando para regenerar el entorno de la Cantereria, un espacio en el cual entre fondos europeos, estatales, autonómicos y municipales se han invertido más de 7 millones de euros para eliminar riesgos para las personas y al mismo tiempo transformar este lugar en un espacio verde para el goce de la ciudadania. El objetivo a menudo apuntado por nuestro alcalde Jorge Rodríguez de hacer que el río sea un punto de unión en lugar de separación entre los barrios, adquirirá su máxima expresión con el conjunto de esta actuación”, apuntaba.
Dentro del convenio firmado entre CHJ y Ayuntamiento, la primera se comprometía a la cesión gratuita al Consistorio de la pasarela peatonal inundable, mientras que el Ayuntamiento ponía a disposición de la Confederación los terrenos necesarios para llevar a cabo el proyecto y también se comprometía al mantenimiento periódico del espacio fluvial restaurado, realizado en una superficie que ronda los 30.000 m², equivaliendo a una longitud fluvial de 575 metros. De momento, los trabajos avanzan según lo previsto y se ha ejecutado la mayoría de estos, quedando pendiente la construcción que se ha iniciado ahora de la pasarela y la actuación en la cubierta vegetal de la parte de ribera próxima al Molino Descals.
Las primeras labores realizadas en el proyecto de restauración consistieron en la adecuación y rechazo de la cama, con la retirada de escombros y vegetación muerta, así como la eliminación de las especies exóticas invasoras de ribera, en su mayoría caña común (Arundo donax) y alianto (Ailanthus altissima). Actualmente, varias zonas de la cama cuentan con la presencia de coberturas negras de geotextil que permitirán agotar el rizoma de las plantas y que tienen que permanecer en el terreno alrededor de 18 meses. Transcurrido ese tiempo, se procederá a la plantación de especies autóctonas de ribera que facilitarán la recuperación del ecosistema original del río y, además, supondrán la mejora de la estabilidad de los márgenes de la cama.
De este modo, se distinguen dos únicas zonas de plantación: zona de ribera, donde se plantarán especies autóctonas arborescentes típicas de este tipo de bosques como adelfa, durillo, sauce, majuelo y taray; y zona de orilla, más próxima a la cama de aguas bajas, donde se plantarán especies hidrófites, que podrán estar en contacto constante con la lámina de agua.
En el momento de la firma del convenio el proyecto fue calificado como “hito histórico” por parte del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, quien destacó que “una de las medidas incluidas en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación es la desclasificación del suelo afectado por riesgo de riesgo de inundación, y esto es el que ha hecho aquí, eliminando el uso residencial en la zona baja del barrio de Canterería, devolviendo en el río el espacio que nunca debió de perder”, concluía.