En la esfera del transporte y la movilidad, los proyectos de infraestructura se convierten en puntos de discusión candente entre políticos, urbanistas y ciudadanos. Uno de los temas que ha cobrado relevancia en la agenda pública de la Comunitat Valenciana esta semana es el desarrollo del Tren de la Costa, una iniciativa que busca unir Gandia, Oliva y Denia y que se encuentra en ‘stand by’ desde hace un tiempo. La complejidad de su trazado y la alternativa del tram, expresada en las últimas horas por el ministro de Transportes Óscar Puente, ha desatado el debate sobre su viabilidad.
El ministro de Transportes y Movilidad Urbana ha reconocido la complejidad del proyecto del Tren de la Costa desde un punto de vista medioambiental. Ante esto, ha propuesto el tren-TRAM como una alternativa que podría solventar algunos de los desafíos ambientales asociados con el trazado original.
Esta propuesta surge después de que el senador de Compromís, Enric Morera, instara a retomar el proyecto del Tren de la Costa, un proyecto con consenso social y político, siendo, además, uno de los acuerdos de gobierno de la coalición valencianista para dar su apoyo a Pedro Sánchez.
Gandia defiende la conectividad integral
Tras ello, el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, ha solicitado una reunión conjunta entre el Ministerio de Transportes y la Generalitat para coordinar soluciones integrales y avanzar en la implementación de la infraestructura del Tren de la Costa y, además, otra como el tranvía Gandia-Dénia.
En la sesión plenaria celebrada este jueves, Prieto anunciaba que convocará a los alcaldes de los municipios afectados para que, entre todos, "consensuemos una estrategia para seguir reivindicando juntos infraestructuras de conexión entre la Safor y Marina", dos comarcas afectadas por la falta de infraestructuras ferroviarias.
Ante la complejidad y los desafíos inherentes a los proyectos de movilidad sostenible en el sur de València y el norte de Alicante, la coordinación entre todas las administraciones involucradas se presenta como un requisito indispensable para tratar de desatascar un proyecto que no termina de ver la luz.