El Ayuntamiento de Quart de Poblet encara la recta final de las obras de remodelación de las calles Mare Nostrum y Agermanats. Las aceras, que ahora son más amplias y accesibles, ya son utilizadas por los vecinos y vecinas, y ya cuentan con el espacio reservado para los árboles. Con todo, la previsión es abrir estos viales definitivamente durante las próximas semanas tras acabar las últimas actuaciones programadas.
La inversión global del proyecto asciende a los 450.000 euros, de los cuales, el Fondo Europeo Regional, FEDER, aporta el 50%, en el marco de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, EDUSI. La actuación se enmarca en el objetivo temático de fomento de la cohesión social a través de la creación de un espacio público de calidad para uso y disfrute de la ciudadanía.
Asimismo, también se ha realizado una importante labor en el subsuelo y que, aunque no es visible, ha comportado la renovación la red de agua potable y la sustitución de los colectores de saneamiento por unos nuevos con materiales más respetuosos con el medioambiente Y es que la intervención bajo tierra se ha traducido en un correcto tratamiento de las aguas residuales para garantizar su depuración y frenar la evacuación directa a las acequias.
En cuanto a la superficie, ambos viales contarán con farolas con iluminación de tecnología LED, con la que se reducirá la factura energética y las emisiones de CO2 a la atmósfera, siguiendo la línea de actuación municipal de reducción de la contaminación y lucha contra el cambio climático.
La estrategia urbana plantea una visión global de regeneración urbana que se percibe a pie de calle, con itinerarios peatonales cómodos y seguros, mejores infraestructuras y servicios. Todo con el fin de crear espacios de convivencia y encuentro ciudadano de los que había carencia.
Un ejemplo de la línea de actuación municipal de transformación viaria es la intervención ejecutada en dos de los principales ejes comerciales del municipio: Villalba de Lugo y Trafalgar. Y es que esta actuación fue considerada como la mejor Buena Práctica de España de 2020 cofinanciada por Fondos Europeos gracias a la recuperación del espacio urbano en favor de la ciudadanía, beneficiando al comercio local.