Catarroja ya ha dado inicio a su segunda edición del Campo de Voluntariado en el Puerto de Catarroja, una iniciativa del Ayuntamiento en colaboración con el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ) para que jóvenes de diferentes puntos de España realicen acciones relacionadas con la conservación y protección del espacio natural del Puerto y la Albufera.
Coincidiendo con el inicio del campo, el voluntariado ha recibido la visita de la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent y el concejal de Juventud, Miquel Verdeguer, y han llevado a cabo una jornada de diferentes dinámicas para conocer el entorno.
“Es un orgullo tener a gente joven de todo el país que tenga la iniciativa y la ilusión de conocer, cuidar y conservar nuestro entorno natural. Para Catarroja, el Puerto, con todas las tradiciones e historia que alberga, es un tesoro muy valioso”, ha señalado la alcaldesa, Lorena Silvent, en su intervención.
Los 25 jóvenes de València, Alicante, Barcelona, Lleida, Zaragoza y Madrid estarán hasta el 29 de julio en el municipio y realizarán tareas de limpieza de la acequia del Puerto y los canales, jardinería, de acondicionamiento y limpieza de caminos y márgenes o incluso de reparación y mejora de elementos del paseo, tales como señales, maderas o cartelería.
Así, se les ofrecerá una rica oferta lúdica, tanto educativa como de ocio, que les permitirá conocer el patrimonio histórico, cultural y natural de la ciudad, con talleres de dinamización en las nuevas instalaciones del Espai Jove, excursiones y actividades deportivas de mano del equipo de animación. Todo esto a la vez que se fomentan los valores medioambientales y se incide en la importancia del cuidado de los entornos naturales.
El voluntariado se alojará durante los quince días que dure su estancia en las dependencias del colegio público Paluzié, que ofrecerá todas las comodidades necesarias para asegurar una estancia confortable y acogedora.
Los campos de voluntariado juvenil como este son actividades en las que grupos de jóvenes de diferentes procedencias se comprometen de manera voluntaria y desinteresada en el desarrollo de un proyecto de trabajo con contenido social a favor de la comunidad. De esta manera, además, se fomentan valores de convivencia, tolerancia, participación, solidaridad y aprendizaje intercultural.