El Ayuntamiento de Benetússer aprobó en su pleno celebrado ayer otorgar las Medalles d’Argent del municipio a tres negocios de gran arraigo y extensa trayectoria comercial en la localidad como son el bar Tropezón, la parada del mercado municipal Pescados y Mariscos Díaz y la autoescuela Portalés. Las máximas distinciones con las que el consistorio reconoce a personas, entidades o comercios destacados del municipio serán entregadas en el tradicional acto institucional que se celebrará en el Centre Cultural El Molí con motivo del 9 d’Octubre.
Las propuestas aprobadas por unanimidad por parte del gobierno municipal destacan el trabajo y entrega de los futuros premiados para crear y mantener unos negocios que, en varios, casos han pasado de generación en generación, “y que son parte esencial de Benetússer, enriqueciendo nuestros barrios con sus productos y servicios de proximidad”, señala la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, que ha visitado esta mañana cada uno de los negocios para felicitar a los premiados en persona.
En el caso del bar Tropezón, abierto en 1976 por Eduardo García Muñoz y Luisa Naranjo Rodríguez y desde 1998 regentado por su hija María Luisa, se ha reconocido su papel como punto de encuentro para almuerzos y cafés de los trabajadores y trabajadoras de Benetússer procedentes primero de las fábricas del entorno y más tarde de las grandes superficies y comercios locales.
En cuanto a Pescados y Mariscos Díaz, la parada que actualmente forma parte del mercado municipal se origina en la década de los años 20 del pasado siglo en la lonja del Mercado Central de Valencia, en la que el matrimonio formado por Ginés Díaz y Catalina Sánchez se dedica a la venta de pescado fresco. Más tarde llegaría la venta ambulante por las calles de Massanassa y Benetússer donde, por fin, asentaron un negocio en la calle Miguel Hernández que legaron a su hijo. Actualmente, son los nietos de los fundadores como tercera generación los que continúan manteniendo vivo el comercio familiar.
Finalmente, el ayuntamiento reconocerá la trayectoria de la autoescuela Portalés, inaugurada en 1965 por Eugenio Portalés Talavera y que durante más de medio siglo ha formado a conductores noveles y profesionales. Además, su propietario ha destacado por sus fuertes lazos con el tejido asociativo local y ha colaborado con causas para favorecer el bien común como fue la donación, en 1976, de una ambulancia a la población benetusina.